Hong Kong y China: David contra Goliath

Hasta 1997 era un protectorado inglés con una felicidad sin límites, autonomía total y la posibilidad de establecer acuerdos y lazos comerciales sin contar con Londres...

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Hasta 1997 era un protectorado inglés con una felicidad sin límites, autonomía total y la posibilidad de establecer acuerdos y lazos comerciales sin contar con Londres. Pero los tratados de cesión de derechos llegaron a su fin y ante la mirada con lágrimas de muchos, vimos bajar del mástil la bandera del Reino Unido y vimos izarse la roja del comunismo cruel. Aunque a todas luces era el “regreso a casa” de los chinos de Hong Kong, nadie se la tragaba y se sabía que pasaba a manos de uno de los regímenes más opresivos de la historia que apenas unos años antes había asesinado a miles de sus propios ciudadanos en lo que hoy en día se conoce como la “masacre de Tian’anmen”. Las cifras no oficiales hablan de más de diez mil jóvenes asesinados por pedir democracia apenas 11 años antes de que uno de los lugares más libres y prósperos de la tierra pasase a manos chinas.

El fantasma de la crueldad del gobierno chino se cierne de nuevo ahora sobre Hong Kong, luego de que los autoritarios, con el cinismo que los caracteriza, han violado los acuerdos que en un principio hicieron con la aterrorizada población hongkonesa de que sus garantías individuales y libertad no serían coartadas. Estos acuerdos no se cumplen y los ciudadanos del diminuto distrito se han lanzado a la calle a reclamar su libertad y a gritar a todo pulmón que no tolerarán la bota de la dictadura china sobre su cabeza. 

El líder espiritual de muchas de estas protestas es nada más y nada menos que un delgado y diminuto adolescente chino de 17 años, que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los déspotas de Beijing al lograr incluso que no se les obligara a los niños en las escuelas a aprender la torcida versión de la historia que ese tipo de gobiernos suelen dar. 

Las fichas de juego ahora son diferentes. La gran mayoría de las empresas chinas tienen sede en Hong Kong y dos terceras partes de las importaciones chinas entran por el poderoso distrito financiero. Cualquier movida sobre Hong Kong va a ser muy mal vista por el mundo y sería muy cara. Los tiempos de la masacre de Tian’anmen no son los de ahora; en esas fechas aún existía el bloque de dictaduras de corte estalinista en Europa del Este y la polarización de la ONU era mucho mayor que la de hoy. Espero que el presidente Xinping no sea tan corto de mente de ponerse una banderilla semejante de nuevo en medio de esta época de internet. Hong Kong es ahora una muela infectada que no se podrán sacar y esa infección de libertad se les puede regar por todo el cuerpo.

PS: Este sábado se festejó el Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío. El milenario toque del shoffar o cuerno llama a la oración y a expiar los pecados en una de las tradiciones más antiguas de la humanidad. Deseo a la comunidad hebrea de Quintana Roo un feliz año 5775 y que este ayuno de Yom Kippur haya sido de provecho a su fe…

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