“Hoy estoy aquí porque soy gay”

José Abelardo está muerto, precisamente, por lo que la protagonista de Hard Candy y Juno expresaría el día de san Valentín: por atacar la diferencia del otro.

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El pasado 5 de febrero, Patricia Guadalupe Poot May se estaba duchando cuando su padre, el agente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) José Abelardo Poot Keb, entró ebrio al cuarto de baño y al grito de: “Te voy a enseñar a ser mujer”, le dio un puñetazo en el rostro que le fracturó el tabique de la nariz; el gesto pedagógico del oficial de la SSP se debió a que su hija de 22 años sostenía un romance con alguien de su mismo sexo.

Nueve días después, el 14 de febrero, la actriz canadiense Ellen Page diría en su discurso inaugural de Time to Thrive, para la Fundación Human Rights Campaign, algo así como que “este mundo sería mejor si tomáramos 5 minutos en reconocer la belleza del otro en vez de atacarnos por nuestras diferencias; es una mejor manera de vivir y, a la larga, salva vidas… pero –agregaría-, puede ser de lo más difícil, porque amar a los demás comienza con amarse a uno mismo, con aceptarse a uno mismo”.

No sabremos exactamente a qué se refería Abelardo Poot con eso de enseñarle a su hija a “ser mujer”, aunque podemos inferirlo del hecho de haberla golpeado y de haber entrado al baño cuando ella se duchaba; no lo sabremos, porque Guadalupe se defendió de la agresión empujándolo y, tras hacerlo perder el equilibrio, darle una nutrida dotación de puntapiés que, según la necropsia, le causaron la muerte por estallarle un hígado seguramente dañado por cirrosis.

José Abelardo está muerto, precisamente, por lo que la protagonista de Hard Candy y Juno expresaría el día de san Valentín: por atacar la diferencia del otro; al papá de Guadalupe lo mataron el machismo y la lesbofobia, antes que las patadas de ella misma. Claro, eso no importa: la prensa ha preferido enfatizar que Abelardo tenía 60 años y da coba a la burla y el desprecio de quienes tachan a Guadalupe de “nini” y casquivana.

Así, en Yucatán, una muchacha para quien la Fiscalía General del Estado está pidiendo 40 años de prisión por homicidio en razón de parentesco, una muchacha a quien su propia madre la denunció, bien puede darle un nuevo significado a la frase central del discurso de Ellen Page que poco a poco se ha ido volviendo bandera de la comunidad LGBT y, tras las rejas, decir: “Hoy estoy aquí porque soy gay”.

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