Las ideas, desterradas

Cuando estás frente a una persona lo primero que quieres saber es “qué es lo que piensa”, cuáles son sus valores, sus ideales, sus emociones y sus amores; en pocas palabras: qué ideas dan sustento a su vida.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El ser y el no ser, la moral, el espíritu, la ética, la estética, la ontología, la metafísica, la vida más allá de la corporeidad que nos amarra a este mundo. Temas son todos que deben ser de la más alta importancia para quien, según algunos trasnochados, es el “rey de la creación”, el “único ser vivo que piensa”. Hoy si le pregunta usted al 99% de los mortales si conoce esos conceptos, si le preocupa su destino final, si sabe para qué está en el mundo: en pocas palabras, si reflexiona, seguro que le va a responder: son cosas para filósofos (si es que han oído hablar de éstos) y que no sirven para nada, o más directamente: son mamadas.

Sin embargo, no son temas de entes ensimismados en sus disquisiciones locas y menos son inútiles lucubraciones. Yo soy un enamorado de las ideas, de las ideologías y de la estructura intelectual que es el único soporte válido de la parte humana del hombre. Cuando estás frente a una persona –al menos eso creo- lo primero que quieres saber es “qué es lo que piensa”, cuáles son sus valores, sus ideales, sus emociones y sus amores; en pocas palabras: qué ideas (ideología)  dan sustento a su vida.

Hoy día –y es lamentable- lo que más nos ocupa frente a un “ser humano” es ver qué auto o autos tiene, que reloj lleva en la muñeca, cuántos megapixeles tiene la cámara de su Smartphone, si es de tarjeta o de plan, si va a comer al restaurante de más postín, si es amigo del mandamás…, pero nadie pregunta si conoce a Sócrates, si ha oído hablar del sabio Solón o de Isaiah Berlin, de Thomas Carlyle o de Ortega y Gasset; si de vez en cuando se sienta a meditar sobre los valores trascendentales y el destino final de la humanidad… menos si es feliz.

Vea usted quiénes son los ídolos de hoy: un futbolista reciclado en político, un ignorante iluminado que quiere gobernar el país a como dé lugar, músicos que le gritan a la mujer: “Te va a doler pero te va a gustar” o “Siempre tendrás un lugar en mi colchón” y hasta un narcotraficante. Esa es nuestra calidad humana. Las ideas… son mamadas. ¿Será?

Lo más leído

skeleton





skeleton