Idioma

La música es en definitiva el idioma universal por naturaleza, pero para nosotros los músicos es algo más allá en donde nos obliga a estudiarla...

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La música es en definitiva el idioma universal por naturaleza, pero para nosotros los músicos es algo más allá en donde nos obliga a estudiarla a profundidad si es que deseamos expresarnos con toda propiedad y de manera correcta, y así como en otro idioma tenemos gramática, etimología y diversas áreas que nos permiten entenderlo y expresarlo; nosotros en la música tenemos, en vez de la gramática, el solfeo, que nos permite interpretar a la perfección una partitura en donde está plasmado todo lo que debe de sonar en la obra, para darle el carácter y la intención a nuestra interpretación de lo que el compositor quiso de ella. 

En una obra debemos tocar todas las notas que en la partitura aparecen, además de interpretarlas con las dinámicas que ahí se indican y que dan un efecto único a las mismas.

Con las dinámicas modulamos la intensidad de los diferentes pasajes y vamos desde un pianissimo (muy suave), hasta un fortissimo (muy fuerte), e ir de una suave intensidad a algo más fuerte o aplicar un piano súbito y descender intempestivamente el volumen. 

Esto hace que cada intérprete ponga su sello personal en las ejecuciones. También tenemos indicadores de velocidad como Largo, Adagio, Moderato, Allegro y Presto, entre otros, y si se toman un momento al leer un programa de mano, se darán cuenta que las obras se describen de la siguiente forma: Ludwig van Beethoven 5ª. Sinfonía en do menor opus 67 y a continuación la descripción de sus 4 movimientos. Allegro con brio, Andante con moto, Scherzo Allegro y Allegro. 

Aquí me dicen que número de sinfonía es, que número de obra cronológicamente hablando es (opus es obra en latín), el tono en que está y las velocidades de sus cuatro movimientos. 

De aquí que no se pueda aplaudir entre movimiento y movimiento, ya que la obra no se ha terminado. 

En fin, este idioma lo dice todo en italiano y con sus signos. ¿Interesante sin duda, verdad?

Hoy doy gracias a Dios por un año más de vida y un año más de vida para mi hija Diana, quien fuera mi regalo en mi cumpleaños 29. 

Les deseo a todos ustedes una muy Feliz Navidad. Hasta la próxima semana

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