Por rencillas añejas, los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo Sergio Avilés Demeneghi y Claudia Carrillo Gasca han emprendido una guerra política contra el presidente del Tribunal Electoral local, Víctor Vivas Vivas, presentando sendas solicitudes de juicio en su contra ante el Congreso local buscando su destitución.

El origen del conflicto entre estos hijos del Ieqroo y el presidente del Teqroo viene desde el proceso electoral pasado, cuando Claudia Carrillo denunció serias irregularidades presuntamente cometidas por Víctor Vivas, al que acusó de estar trabajando para favorecer a la coalición del PRI, Verde y Panal.

La Consejera realizó en agosto del año pasado una denuncia ante el Senado contra el titular del Tribunal y otros funcionarios del Ieqroo, hecho que disgustó en sobremanera a Víctor Vivas, quien hasta hoy la tiene en su lista negra.

Por su parte, Sergio Avilés, quien trabajó como subordinado de Víctor Vivas como Secretario de Acuerdos del Tribunal Electoral, respaldó la denuncia de su compañera consejera, lo que derivó en una represalia directa en su contra, pues su esposa, quien trabaja en el Teqroo, fue obstaculizada  en su ascenso laboral.

Todo esto motivó al par de Consejeros a lanzarse en una ofensiva coordinada contra el magistrado presidente del Tribunal, sobre el que pesan ya dos solicitudes de juicio político en la actual Legislatura, la primera, presentada por Sergio Avilés Demeneghi en contra de los tres magistrados del Tribunal con el argumento de que  “han incurrido en una serie de ilegalidades que ponen en riesgo la aplicación de la justicia electoral en el estado, por lo tanto no son idóneos para seguir desempeñando el cargo para el que fueron designados por el Senado de la República”. 

El segundo juicio político lo está promoviendo Claudia Carrillo en contra de Víctor Vivas Vivas directamente, por irregularidades en su función como magistrada y por las amenazas, humillaciones e insultos proferidos en su contra en meses pasados.

El presidente del Teqroo está en una situación sumamente vulnerable, ya que su trabajo al frente del Ieqroo ha estado plagado de errores que han convertido al Tribunal quintanarroense en un “cliente” frecuente de impugnaciones ante la autoridad federal, y no tiene el respaldo político del nuevo gobierno.

Consejeros y magistrados andan de la greña, distraídos en sus pleitos infantiles, demostrando que el ocio es la agenda dominante en estos organismos electorales.