El ser creativo e innovador ya no es virtud de la que deban presumir algunos, hoy es una herramienta necesaria para el logro de las metas en las empresas. Innovar forma parte ya de la planeación estratégica del empresario, quien está obligado a destacar de entre los demás para poder sobrevivir, aún más, si pretende trascender. 

Si no revolucionas tu organización, quedarás en el olvido o estancado en tu camino hacia el logro de tus objetivos. Innovar no sólo es crear a partir de lo que se tiene, sino también estar preparados para los cambios del día a día, que, cabe mencionar, cada vez son más veloces. 

Te comparto 5 consejos para que logres esta creatividad en tu empresa:

1.- Piensa diferente.- A esto se le llama: pensar fuera de la caja. Cuestiona las creencias comunes y hazlas de manera diferente. No repitas comportamientos generalizados ni pretendas inventar el hilo negro, sólo actúa de distinta manera y obtendrás mayor recordación.

2.- Aprovecha la tecnología.- Los avances tecnológicos te ayudan a acercar a tus clientes potenciales y estar más en contacto con tu mercado meta. Una empresa sin tecnología difícilmente logre posicionarse como alguien innovador o creativo.

3.- Analiza las propuestas.- Al inicio te saldrán rápidamente muchas propuestas, no decidas por la primera, sino por la mejor opción. Debate con tu personal de confianza para lograr focalizar adecuadamente la que sea la propuesta correcta y obtengas un mejor resultado.

4.- Investiga.- Conoce qué están haciendo los demás y en otras partes del mundo, muchas de estas ideas las puedes aterrizar y adaptarlas a tu región y tu mercado. No se trata de copiar, se trata de mejorar con base en lo que a otros les ha funcionado.

5.- Diviértete.- Dale rienda suelta a tu creatividad y la de tu equipo de trabajo, te garantizo que obtendrás ideas muy buenas y que podrás poner en práctica con excelentes resultados. No tengas miedo, atrévete. Una vez llevada al cabo, relájate y disfruta mientras sucede lo que esperas.

El tiempo que le dediques a innovar es un tiempo invertido que no tiene vuelta, pero que te hará quedar en la mente de tu consumidor con mayor solidez. Como director de tu empresa, debes dedicarle más tiempo a la estrategia que a la operación. Así es que manos a la obra.