Inocentes palomitas

En un nuevo atentado contra los trabajadores de “contrato” del programa de inglés para preescolar y primaria...

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En un nuevo atentado contra los trabajadores de “contrato” del programa de inglés para preescolar y primaria, la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) dejó sin efectos un contrato celebrado con los docentes a mediados de agosto de este año, en el que se les concedían prestaciones de las que antes no gozaban, como seguro social, prima vacacional y aguinaldo.

Los profesores que participan en este programa han sido víctimas constantes de la incertidumbre por la irregular forma en la que se ha manejado este programa de enseñanza de inglés, efectuado por ley con fondos estatales y federales.

Hasta 2015, los docentes de inglés eran contratados bajo el régimen de honorarios, por lo que no tenían ninguna prestación adicional a su salario de alrededor de dos mil pesos quincenales por turno de trabajo. Durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad, y en el receso escolar de julio y agosto, se quedaban sin ingreso. Pero eso no era lo peor: los atrasos en los pagos eran cosa de todas las quincenas, y muchas veces tuvieron que esperar hasta dos meses para recibir el pago de sus salarios.

Este año los sufridos maestros de inglés vieron una luz de esperanza cuando sus autoridades les dijeron que a partir de este ciclo escolar entrarían en una modalidad de contrato diferente, en el que recibiría aguinaldo, prima vacacional y cobertura médica del ISSSTE.

Los docentes celebraron esta decisión, realizaron todos los trámites y el 16 de agosto firmaron sus nuevos contratos con el aval del entonces coordinador general de Educación Básica, Lorenzo Olivera González. A partir de esa quincena les empezaron a descontar de sus salarios aportaciones al ISSSTE.

Todo era color de rosa hasta llegar noviembre, cuando les regresaron las deducciones por concepto de servicio médico correspondientes a ese mes, como un anticipo de lo que venía.

Y en la última quincena, cuando esperaban el pago de su prima vacacional y aguinaldo, les notificaron que el contrato firmado con la anterior administración era inválido, y que no existía el recurso para cubrir la quincena del 15 al 31 de diciembre, mucho menos el aguinaldo.

Les dijeron además que lo del seguro médico fue puro cuento y que prácticamente fueron “chamaqueados”, por lo que tendrán que firmar nuevos contratos como los de antes: sin derecho a nada.

El descontento reina entre los docentes de inglés, que sienten con toda razón que son tratados como trabajadores de quinta, pues ni siquiera las autoridades laborales –a las que ya presentaron su caso– meten las manos por ellos.

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