Los golpeados municipios del sur del estado que desde el 2013 están sumidos en una profunda parálisis económica –producto de las reformas fiscales aplicadas por el gobierno federal y los efectos nocivos de la reingeniería borgista– tienen una luz de esperanza, si rinden frutos las gestiones del gobernador Carlos Joaquín González ante la Cámara de Diputados.

El mandatario quintanarroense, que heredó un verdadero cochinero administrativo de su antecesor, está empezando a ordenar la casa y a establecer prioridades financieras, una de ellas, levantar al sur de la crisis para reactivar la economía en la región.

Y es que Carlos Joaquín empeñó su palabra con los habitantes del sur de la entidad tanto durante su campaña como al asumir la gubernatura, y las expectativas son altísimas, pues hasta el momento ninguna de las “inversiones” para darle un empujón a la zona ha funcionado.

Los fracasos se cuentan por racimo. En Chetumal, como el ejemplo más claro, está la obra de remodelación de la céntrica Avenida de los Héroes, que costó más de 100 millones de pesos y que a final de cuentas no sirvió para nada, ya que solo fue un cambio superficial y no de fondo. Los comercios siguen siendo los mismos; los proyectos de nuevos giros no cuajaron y los visitantes siguen escaseando.

Lo mismo ocurre en Bacalar, municipio con amplio potencial turístico que no ha recibido la atención debida, y en los municipios mayas de José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, en los que se han derrochado decenas de millones de pesos en proyectos productivos rurales que se dejan morir.

La crítica situación que se vive en la zona sur, donde el desempleo es rampante y la delincuencia va en ascenso, no ha pasado desapercibida para el gobernador, que ha solicitado recursos por 3 mil 781 millones de pesos a la Cámara de Diputados para la ejecución de obras públicas.

En el paquete de obras se contempla el mejoramiento y mantenimiento de carreteras de los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, Carrillo Puerto y José Ma. Morelos, además de la construcción de un nuevo relleno sanitario para la capital quintanarroense.

La fórmula de Carlos Joaquín de estimular la economía local mediante la edificación de obra productiva puede dar buenos resultados, siempre y cuando se vigile muy bien la aplicación de los recursos y se evite la corrupción, privilegiando la contratación de proveedores y constructoras locales para que la derrama se quede en el estado y estimule la economía local. No hay de otra.