Irónico que nos tenga incomunicados tanta comunicación

Muchas veces he hablado de lo mal que hacemos en suponer las cosas cuando, ni siquiera han pasado o no pasaron para nada como nosotros las pensamos...

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Muchas veces he hablado de lo mal que hacemos en suponer las cosas cuando, ni siquiera han pasado o no pasaron para nada como nosotros las pensamos.

Si creemos que el conjeturar nos da una ventaja sobre los demás porque nosotros creamos el cuento, los personajes y el final de una historia, es al contrario, nos pone en total desventaja, porque además de que no tenemos una esfera de cristal que nos asegure lo que estamos diciendo, por ello el nombre de “suponer”, el conflicto que nos crea la incertidumbre de que hasta que no nos llegan y aclaran el punto, como por lo regular nos da por creer lo peor, pues nos ponemos como demonios hasta que no llega la paz de las aclaraciones, pero en ese proceso aún insistimos que no es verdad, casi tienen que demostrarnos de manera fehaciente que estamos equivocados para poder volver a respirar.

De verdad insisto en el tema porque la vida se va en un palmo de narices, debemos aprender a ser más relajados, a confiar y si no hay manera de fiarse en alguien no tiene caso vivir en un ambiente de descontento y aunque cueste trabajo aprender a decir esto sí, esto no, y a seguir adelante, no es sano suponer, no hay mejor cosa que hablar, que aclarar pero sin gritos y sombrerazos, si no sabes algo pregunta, pero tampoco averigües a manera de interrogatorio, cuando nosotros suponemos, lo hacemos de acuerdo a nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, si estamos leyendo un mensaje de texto en el teléfono, lo leemos en nuestro tono, no en el tono real que nos están diciendo las cosas, parece irreal que hasta pleito hacemos por eso, porque reclamamos según el tono que creemos nos están diciendo las cosas.

Tenemos la gran ventaja de comunicarnos hablando, pero parece que tanta tecnología nos ha hecho que la comunicación sea por escrito y a veces muy mal escrito, se han perdido las grandes pláticas y no estoy suponiendo, lo he visto en lugares públicos, familias enteras comiendo en la misma mesa pero con la mirada cada quien en su teléfono celular “hablando” con los ausentes que se han vuelto más importantes que los presentes, no perdamos la comunicación porque por eso nos da por creer cosas que no son, por inventarnos historias que no son lo que son.

Creo que realmente el problema es que parece que hay tanta comunicación por muchas partes,  que con tanta tecnología ya no hay lugar en el mundo al que no podamos llegar y comunicarnos con alguien, pero el escribir con alguien no nos hace conocer realmente a una persona, nos hace “suponer” imaginar y crear lo que nosotros quisiéramos que fuera.

El escribir con alguien jamás se comparará a hablarle de frente a una persona y entender a veces lo que nos puede decir una sola mirada, ante tanta comunicación es una ironía que hayamos perdido tanta real comunicación.

Ojalá entendiéramos la importancia de todo lo que estamos perdiendo, de los momentos que dejamos pasar por suponer que cada día progresamos más. Sin comunicación entre nosotros, comunicación real, no llegaremos a ningún lugar.

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