Como lo escribí hace unos días, en Paseo de la Reforma, en medio del Bosque de Chapultepec, está abandonado el Memorial para las Víctimas, para el que se concursó y el que promovieron varias organizaciones. Calderón no quiso abrirlo, Peña Nieto no sabe qué hacer con él.

En todos lados me decían que la objeción de Javier Sicilia pesaba demasiado en el nuevo gobierno. Invité a Javier a la televisión:

El movimiento de Sicilia objetó el Memorial: “Un memorial es un proceso, y es un proceso no cerrado, porque hay que recordar que siguen los muertos, se fue Calderón y esto sigue; entonces necesitamos recuperar la memoria, y la memoria es recuperar nombres e historias, ese es el primer proceso de memoria que tiene que concluir. Nosotros quisiéramos un memorial donde estuvieran pasando los nombres, un memorial abierto hasta que concluya y, después, ver cómo aterrizamos esos nombres, esa memoria”.

Pero que el Memorial, ya construido, se abra.

—Hay que entregarlo —dijo Javier—. A mí me parece muy mal, yo hablé con Irene Herrerías (directora de Províctima). Yo le dije, hay que presionar ahí porque hay que entregarlo.

—Para que quede claro, ¿tú no tienes ninguna objeción a que este memorial sea abra?

—No, que se entregué con quien se comprometa. Eso es una memoria más, es un monumento más importante.
Y Sicilia reitera algo más arriesgado, que la Estela de Luz sea un nuevo memorial, que los nombres de las víctimas pasen por ahí.

“Nadie reconoce la Independencia, nadie reconoce la Revolución, se reconoce un gran dispendio, se entregó tarde, no funciona, lo ve uno y de repente aparecen anuncios publicitarios Nosotros estamos diciendo que hay que resignificar eso, lo pagamos nosotros, lo pagó el pueblo de este país. Hay una ignominia ahí, resignifiquémoslo. ¿Qué hay?, hay un centro de documentación, no queremos que nos lo deje a nosotros, que se responsabilice el Estado o que se responsabilice Conaculta y que se haga un centro de memoria, ahí debería de estar el acopio de la memoria como parte de todo lo que hay abajo”.

No suena mal, debo decir. La Estela recordándonos la tragedia. El monumento, un lugar de paz y recogimiento.
A lo mejor así el nuevo gobierno atiende los pendientes, porque, como bien me recordó Javier, ni siquiera se han enviado las correcciones a la Ley General de Víctimas que todas las organizaciones le entregaron al gobierno y al Congreso.