Johnny, el sexenio de Jelipillo estuvo bien loco

No tengo idea de dónde habrá sacado a Jennifer, pero por su incapacidad para ir de la política ficción a las pruebas es muy probable que sea prófuga de un téibol.

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Hombres necios que acusáis a la ex procuradora Morales sin razón, sin ver que sois la ocasión de los michoacanazos que culpáis. 

Solo porque tenía a la tal Jennifer en calidad de testigo protegido estrella (es curioso, era a tantos a los que señalaba con índice de fuego: generales, polis, funcionarios, que yo pensé que iba a echarle la culpa a Luismi de haberle hecho un hijo), y que todos sus casos se les están cayendo de tal manera, que ya nada más falta que se le escape La Barbie y su sonrisa inescrutable de Gioconda. 

No tengo idea de dónde habrá sacado a Jennifer, pero por su incapacidad para ir de la política ficción a las pruebas es muy probable que sea prófuga de un téibol o, mínimo, de una temporada de springbrakers de la que nunca regresó. Por lo menos hubieran utilizado a alguien con más credibilidad como a La Narcosatánica o a Paquita La del Barrio. 

Claro, aunque es un poco triste que todo el tinglado se le caiga, hasta deberíamos estar agradecidos con don Jelipe Calderón por haber encontrado esta joya que solo puede ser comparada con otro gigante de la impartición de justicia y el desarrollo de las investigaciones policiacas, el incomparable, qué digo incomparable, el inconmensurable, qué digo inconmensurable, el inenarrable García Luna Productions. 

Solo una figura toral, ecuménica y sabia como la del Calderón podía reunir en su gabinete —además del inspector Poiré que no Poirot— a dos figurones de este talento que le ofrecieron al público horas interminables de alegría. 

Entre los montajes hollywoodenses del GLP y los hankazos de MM, conocida como la hermana gemela secreta de Lucía Méndez, construyeron un imperio basado en la investigación científica conforme a derecho. Claro, los sospechosistas dirán que para que sus casos le salieran del todo bien mejor habría sido que hubiera contado con

La Paca, cabe elogiar los excelentes servicios de los testigos protegidos que mandaron a Chirona a distinguidos mexicanos como el general Ángeles Dauahare y el ex de la Siedo, Noé Ramírez. 

Lo bueno que esto desaparecerá cuando se desate bien la pelea entre el PAN vs. Chayito Robles, ahora que el señor Madero la acusa de usar electoralmente cruzada contra el hambre. Algún día cantarán los bardos “Johnny, el sexenio de Jelipillo estuvo bien loco”. 

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