¿Justifican los cinco distritos?

Cuando está latente la posibilidad de que los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar conserven sus cinco distritos...

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Cuando está latente la posibilidad de que los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar conserven sus cinco distritos, gracias a un mensajero repentino que ha congelado las aguas haciendo que el PRI lance confeti a diestra y siniestra, es obligada la pregunta sobre el  desempeño de estos cinco diputados sureños, entre ellos la perredista Jacqueline Estrada Peña (IV Distrito).
 
Es obligada la comparación con los cuatro diputados por Cancún, pero esta zona ha estado subrepresentada, condición injusta mantenida por el PRI por cuestión de supervivencia, ya que el desmesurado crecimiento poblacional de ese polo turístico lo ha puesto en aprietos en cada proceso.
 
En cambio, con su sobre representación los cinco diputados del sur quintanarroense deben hacer y mucho, pero en cambio sus alcances en conjunto han sido muy limitados, y por ello el panorama sería mucho peor para esta región del estado.
 
Son tres diputados que persiguen la candidatura a la alcaldía capitalina: Manuel Aguilar Ortega (PRI), Luis Alfonso Torres Llanes (PRI) y Jacqueline Estrada Peña (PRD). A ellos se suma José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez (PRI), quien ya siente en la boca la candidatura por Bacalar.
 
Pero su balance como legisladores no es lo mejor que pueden presumir, aunque la mediocridad se extiende a la gran mayoría de diputados locales, obsesionados con el proceso electoral ya tan cercano.
 
El fracaso del General Villa
 
El autoproclamado nieto de Pancho Villa, el General Carlos Bibiano Villa Castillo, estaría viviendo sus últimos momentos al mando de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo, luego de sentir en carne propia el desprecio de los ciudadanos en un operativo militar, donde fue insultado y humillado por los chetumaleños que a gritos le pidieron su ausencia como obsequio.
 
Durante los meses que el “mata zetas” ha comandado la corporación, los delincuentes trabajaron a sus anchas en la capital: los robos a casas, autos y negocios se multiplicaron, y producto del poco respeto que imponía el General y sus policías los golpes de la delincuencia empezaron a ser cada vez más descarados.
 
En su informe, Villa deberá escribir que por primera vez en Chetumal los ladrones se atrevieron a robarse dos cajeros automáticos arrancándolos literalmente de sus bases; tendrá que informar que por primera vez en esta capital los delincuentes se tomaban el tiempo para hacer boquetes en las paredes de negocios para ingresar y robar a sus anchas.
 
También debe incluir en su reporte los robos de autos que suceden casi a diario en el estacionamiento de la Plaza “Las Américas” y de los principales centros comerciales de la ciudad, cosa que se hizo común mientras él es responsable de la seguridad pública.

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