La captura y la información

El ex alcalde de Iguala y su esposa fueron detenidos tras una operación de inteligencia del Cisen operada por la Policía Federal. Cualquier nombre que mencionen quedará en la sospecha y el señalamiento.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los hay que compadecen ante el Congreso. Florestán

El jueves pasado, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, al hablar de la búsqueda de los Abarca, me dijo: Nadie puede esconderse para siempre de la ley. Estamos con muchas líneas de investigación para dar con su paradero, tenemos un equipo muy importante de varias instancias del gobierno de la República. A estos delincuentes los estamos siguiendo y tenemos que dar con su paradero.

Y la madrugada de ayer, el ex alcalde de Iguala y su esposa fueron detenidos tras una operación de inteligencia del Cisen operada por la Policía Federal.

La pista la dio una mujer que les rentó una casa como abandonada con apenas una colchoneta en el piso, una pequeña mesa y un televisor desde donde seguían toda la información del caso, ellos, que desde hace dos años estaban acostumbrados al lujo y a lo mejor, se habían escondido en un cuartucho en una comunidad de Iztapalapa, un reducto perredista, al que algún contacto los llevó. No veo a los Abarca recorriendo Iztapalapa en busca de un cuarto que alquilar.

Los agentes del Cisen habían establecido una primera pista que los llevó a tres casas en el poniente de Iztapalapa, en los límites con Tláhuac. Y cuando comenzaron a confrontar datos se dieron cuenta que esta pista era algo más que otra versión.

Se fijaron en una casa abandonada en la calle de Cedro 50, colonia Tenorios. La vigilaron y comprobaron que era el refugio de José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.

Confirmadas las identidades y revisado una y otra vez el operativo, los federales iniciaron el movimiento que los llevó a revisar dos casas antes de entrar al refugio y en un cuartucho detener a los Abarca, que estaban despiertos a esa hora, dos y media de la mañana de ayer.

Este es un triunfo de la investigación, pues ya nadie apostaba por la captura, y menos con vida, de los Abarca, acusados de la muerte de seis personas y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre en Iguala.

Ahora será fundamental saber quién, quiénes, cuándo, cómo y por qué operaron y cómo lo hicieron y los nombres de sus protegidos y sus protectores.

Y sobre todo, el destino de los 43 normalistas desaparecidos, de lo que no pueden decirse ajenos.

RETALES

1. HECHOS. Lo que sucede con esta detención es que cualquier nombre que mencionen quedará en la sospecha y el señalamiento. No bastará el solo dicho de los Abarca;

2. NERVIOS. Lo que sí se podrá saber es su relación con los personajes de la izquierda y con la delincuencia organizada. De ahí los nervios de algunos; y

3. EJECUCIÓN. Grave señal la ejecución del general Ricardo Niño Villarreal acribillado la noche del domingo en una carretera en Vallecillos, Nuevo León. El militar en retiro era secretario de Seguridad Pública en la zona norte de Tamaulipas.

Nos vemos mañana, pero en privado

Lo más leído

skeleton





skeleton