La ciudad y su educación vial

A los usuarios cotidianos de bicicletas nadie les da educación vial ni tienen que cumplir con ningún trámite para estar autorizados a circular por las vialidades de la ciudad.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Transitaba por una  calle angosta, con vehículos estacionados a ambos lados, de un solo sentido de circulación, cuando en la esquina a la que me acercaba se aparece un ciclista que se dirige hacia mí en sentido contrario y tengo que frenar para no atropellarlo; le digo que va en sentido contrario y su respuesta fue genial: Voy en bicicleta; esto ocurre por toda la ciudad, ya que a los usuarios cotidianos de bicicletas nadie les da educación vial ni tienen que cumplir con ningún trámite para estar autorizados a circular por las vialidades de la ciudad y de todo el estado.

Pero no sólo los ciclistas cometen este tipo de infracciones; días antes me pasó algo similar con un automovilista y al señalarle que iba en sentido contrario me respondió que no había problema, que cabían los dos coches en el ancho de la calle y aceleró alejándose; iba acompañado de su familia, incluyendo dos niños. 

Y no hablemos de los motociclistas y de muchos peatones, así como de operadores del transporte público.

Y esto sucede porque carecemos de una obligatoria educación vial; en una ciudad que está llegando a niveles de saturación en muchas de sus calles en horas pico, existe un total desconocimiento de todas las normas y recomendaciones que se deben de respetar en la realización de todo tipo de maniobras, como el circular en reversa, los cambios de carril y de dirección, las vueltas en u, las velocidades de circulación, el frenado y la forma de estacionarse, así como la separación mínima que debe haber entre los vehículos que circulan y el uso del equipamiento luminoso de los vehículos; todos estos conceptos, no sólo no se aplican, sino que se desconocen.

Ante este panorama, que va llegando a condiciones críticas, es urgente trabajar para que todos quienes compartimos la vía pública, desde peatones, hasta conductores de vehículos, tengamos los mismos conocimientos, la misma educación vial y la respetemos, a fin de mejorar las condiciones de seguridad para todos; para ello, una herramienta en muchas ciudades utilizada es diseñar y aplicar de manera permanente y por todos los medios, una campaña de divulgación que permita que todos sepamos y entendamos nuestros derechos y deberes en el uso de la vía pública.

Lo más leído

skeleton





skeleton