Quiero agradecer a los padres de familia de rancio abolengo, de altísimo nivel estatutario en los diversos niveles de gobierno y de millonetas de nuevo cuño por la manera en que han logrado forjar una patria más fuerte y mejor a través de la Loca academia de juniors.

Gracias a su educación cimentada en la atorrancia, la prepotencia y la lógica de la divina garza, sus vástagos, niños mimados de la vida, han consolidado la imagen de gentlemens y ladies, papaloys y lobukis que tanto alegra la vida de la prole. 

En vez de que el pueblo se preocupe por las letras chiquitas de la reforma económica (donde se le debe entregar la virginidad de los hijos, además del alma, a los banqueros que se van a cobrar a lo chino por cada microcrédito), tiene la dicha inicua de alegrar sus existencias con las desmecatadas aventuras de los mirreyes en éxtasis. 

Digo, a quién le puede importar el incierto destino de las víctimas de la explosión en Xalostoc (además del luto que habrán de guardar las familias, recibirán mendrugos de moneda por parte de la autoridad, no se diga los pleitos que tendrán que aventarse con las aseguradoras y los abogados de la gasera que, sin duda, deben ser como sobrinos del subjefe Diego), cuando lo mero bueno está en la jeunesse dorée que sin embozarse el rostro salen a la calle a dar show.

Cuando uno creía que con las Ladies de Polanco, El Nini Verde, Kahwagi y El gentleman de Las Lomas las cosas habían tocado fondo, de pronto la cosecha de juniors tuvo una producción tan animada como superlativa. Ya tuvimos a #LadyProfeco que por poquito consigue que corrieran a su jefecito (afortunadamente la SFP ya dijo que favorecer a los orgullos del nepotismo no es causal de despido; ahora el señor Benítez Treviño solo va a tener que aguantar como Chayito Robles, y con un poco de suerte lo mandarán de asesor de Maricela Morales cuando llegue de embajadora a Italia), y ahora se nos deleita la pupila con las Ladies de la Roma. Lindas criaturas que, luego de tropezarse con una cáscara de Bacardí, condujeron su poderoso bólido hasta armar panchos infinitos.

Era tal el fuero que exhibían, que casi le clausuran el puesto a Mancera, alegando ser protegidas de un macho alfa. Todo parece indicar que si no las hubieran detenido en su furia de talibanes, capaz que toman Rectoría. Deberían de obligar a todos estos héroes de la lucha de clases para que le organicen adendas a la reforma educativa, papahw.