La cultura como espectáculo (3)

Malestar en la comunidad cultural yucateca ha ocasionado las modificaciones al Festival Anual de las Artes en su convocatoria del 2014.

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En la entrega anterior hablé de las carencias y políticas excluyentes en cuanto a ciertas disciplinas por parte del Ayuntamiento de Mérida. En esta ocasión abordaré lo que acontece –o más bien no acontece- en el Gobierno del Estado a través de la Sedeculta, pues en diversos medios locales paulatinamente ha trascendido el malestar que han ocasionado en la comunidad cultural yucateca las recientes modificaciones realizadas al Festival Anual de las Artes en su convocatoria del 2014, en particular el inciso 8 que indica: “Sólo podrán participar artistas con mínimo 20 años de trayectoria”.

Esta medida, a decir de numerosos creadores, resulta excluyente, pues en convocatorias anteriores se pedía un mínimo de 5 años de trayectoria comprobable, un filtro justo e incluyente para el grueso de artistas y gestores culturales. 

Sin embargo, este año se cambió sin que mediara una explicación o justificación pertinente por parte de la Sedeculta y de su secretario, Roger Metri Duarte.

La opacidad de lo anterior manda un mensaje claro a la comunidad artística de nuestro Estado y es que sin consultar con sus principales actores –en estos momentos hubiera sido útil el extinto Consejo Técnico Consultivo del ICY compuesto por ciudadanos-, se pueden tomar decisiones completamente arbitrarias y que benefician tan sólo a un puñado de exquisitos cercanos a las cúpulas de gobierno. 

¿Por qué si en el gobierno de Rolando Zapata Bello existe una Escuela Superior de las Artes de Yucatán deliberadamente se deja fuera a sus jóvenes egresados de una convocatoria de la relevancia del mencionado festival?

En respuesta a un correo electrónico enviado a Metri Duarte, donde pregunto las razones por las cuales se modificó dicho apartado, dijo que “surge de solicitud de artistas como María Medina, Angélica Balado, María Teresa, etc”. Asimismo, me pide tocar el tema con Jorge Lara, director de normatividad y políticas culturales, al cual copió en su respuesta y que hasta la fecha no ha respondido los cuestionamientos.

Unos días después de emitida la convocatoria antes mencionada, se liberó otra para el Festival Cultural de Jóvenes Creadores, que se antoja un paliativo de consolación para el sector referido, ignorando olímpicamente que en ambas convocatorias se deja fuera cualquier manifestación artística que no sea danza, teatro y música. 

De nuevo vemos la inadecuada tendencia de concebir la cultura como mero espectáculo.

Finalmente, dada la clasificación cronológica que los directivos de Sedeculta proponen, me atrevo a propugnar que al antiguo e incluyente Festival Anual de las Artes (antes Otoño Cultural) se le ponga un nombre más adecuado: Festival Otoñal de las Artes…

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