La debacle moral y política del PAN

Estuvieron 12 años en el máximo poder de la República, contaron con un enorme bono democrático para transformar a la nación...

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Estuvieron 12 años en el máximo poder de la República, contaron con un enorme bono democrático para transformar a la nación y sentar las bases que en el futuro construyeran un México más justo, menos desigual, donde se respetaran los derechos fundamentales, pero la torpeza y banalidad de quienes nos gobernaron, echaron a la basura la ilusión de todo un país.

Vicente Fox primero y después Felipe Calderón, son los principales culpables de la destrucción del PAN, uno con su frivolidad casquivana y su estulticia; el otro, con su soberbia y poca inteligencia para gobernar un país que necesitaba con urgencia de políticos diferentes, de esos que hemos visto, no existen más en México: comprometidos con el pueblo y no con ellos mismos y sus incondicionales.

El panismo fue como un viento malo que de pronto apareció en el horizonte, arrastró todo a su paso, dejó al país en ruinas y a un partido convertido en títere del poder en turno, sin fuerza para levantar la mano y decir “no estoy de acuerdo y voy a pelear”. El panismo de hoy está inmiscuido en reyertas internas, pleitos callejeros que hablan muy mal del otrora partido “decente” que decían ser.

En la lucha por la dirigencia nacional del PAN, salieron a relucir todas las trampas y descalificaciones que tanto criticaron a la izquierda, pero que los panistas se encargaron de multiplicar de manera vergonzosa y ruin y hoy, son sólo una sombra perniciosa que deambula por el país sin ninguna fuerza política ni moral.

Como ejemplo de ello, ahí están los jóvenes que se proclamaron pronazis, en una verdadera actitud de torpeza extrema, que sólo pueden concebirse entre adolescentes confundidos y mal aleccionados por dirigentes que carecen ya no digamos de una alta moralidad, sino del mínimo respeto de estos imberbes hacia una figura de autoridad.

Y en plena efervescencia futbolística, dos ex diputados panistas del Distrito Federal, tan mochos y decentes ellos, manosearon a una brasileña, golpearon al esposo y a otro de sus acompañantes, creyendo que en Brasil tendrían el fuero político que en México les permite abusar de los demás sin recibir castigo.

La abrumadora mayoría de mexicanos, ha echado fanfarrias para que a los panistas calenturientos los encarcelen un buen rato en una fría mazmorra brasileña y así aprendan que en otro país, no les van a solapar sus trapacerías y triquiñuelas como lo hacen en nuestro maltrecho México, que es tierra fértil para la impunidad política.

¿Quién se acuerda de aquellos panistas históricos que pelearon con denuedo para que el PRI surgido de la Revolución, no se convirtiera en lo que es hoy, un verdadero monstruo que después de 12 años, regresó a las viejas prácticas que tanto los benefició durante décadas, pero que por desgracia, no ha sido para beneficio de los mexicanos, sino de unos cuantos que ahora, van por la libre sin que nadie se les ponga enfrente?

El PAN tiene gran responsabilidad en la vuelta de ese PRI, que parece estará muchos años más disfrutando de un poder que le arrebató el PAN durante 12 años, en los que paradójicamente, los panistas comenzaron a cavar su propia tumba con tal intrepidez, que hasta parece que lo hicieron a propósito, porque sus propios enemigos fueron ellos mismos por su torpeza e insensibilidad política. Llegaron a ser una fuerza política enorme, pero no tenían líderes que entendieran cuál era su objetivo principal: hacer política de altura, mirar más allá de su momento, construir los cimientos en los que descansara un México democrático.

En síntesis, los panistas son culpables también de la debacle económica y moral que hoy aflige al país, al echar por la borda todo lo que el pueblo mexicano les entregó con generosidad, esperando que ahora sí, se inaugurara una etapa de bienestar para todos y no en beneficio de los mismos que desde siempre han sangrado al país.

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