En México existen  alrededor de 2,500 dermatólogos, distribuidos en la república de manera asimétrica, predominando en las zonas urbanas y  faltando en las rurales –en  Yucatán sólo hay  en Mérida–.  Y pueden pertenecer  a  tres agrupaciones  académicas nacionales: “La Sociedad Mexicana de Dermatología A.C.”, la más antigua, fundada en 1936, “La Academia Mexicana de Dermatología A.C. “ (AMD) creada en 1952 y la más reciente, “El Colegio Nacional de Dermatología A.C.”

De las tres la más activa es “La Academia Mexicana de Dermatología A.C.”, por la intensa actividad académica que realiza no sólo en la ciudad de México, donde tiene su sede, sino en las distintas regiones de nuestro país, prueba de ello es el Congreso de Dermatología Tropical  que organizó en la ciudad de Campeche en marzo pasado en coordinación con los Colegios de Dermatólogos del Sureste, en el  que los temas fueron las enfermedades propias de esta región, participando como profesores dermatólogos de la península y a la que asistieron colegas de la región y de otras partes del  país.
 
Nuevamente la AMD se encuentra en  Mérida, en esta ocasión por una sesión extraordinaria que se realizó la noche del jueves 29 de agosto, para la presentación de trabajos de ingreso de nuevos miembros y fue encabezada por su actual y dinámica presidenta, la Dra. Rosa Elba Benuto Aguilar, que ha entendido cabalmente el sentido nacional de su agrupación, acercándose a los estados, no solo para el reclutamiento de nuevos miembros, sino también promoviendo la dermatología regional de México, pues así como nuestro país es una amplia gama de manifestaciones culturales, la dermatología no es la excepción y también lo ha hecho con las distintas ramas de la dermatología, en las que  ha organizado eventos de alto nivel académico.

El prestigio y los recursos económicos que la AMD ha adquirido en estos  últimos años por el tenaz esfuerzo de sus presidentes, la hacen una agrupación atractiva para dirigirla, de ahí que las próximas elecciones de sus nuevos dirigentes sean  muy competidas, situación que debería motivar y comprometer a sus futuros líderes.

El crecimiento de la AMD no ha sido sólo en el plano académico  sino también en el compromiso con la sociedad, por lo que creó la “Fundación Mexicana para la Dermatología A.C.”(FMD) que se encarga de la difusión pública de la dermatología y otorga su aval a algunos productos  dermatológicos domésticos, que previamente evalúa y de esa manera se hace de recursos económicos, que sirven para el financiamiento de investigaciones dermatológicas o el pago de becas a dermatólogos que desean seguir formándose en el extranjero.

El Colegio de Dermatólogos de Yucatán y la AMD mantienen una estrecha colaboración que esperamos contribuya al enriquecimiento de la Dermatología Mexicana.