La diversificación turística, una meta y no una opción

Cancún cerraría el año con 4.4 millones de turistas, cifra por encima de la registrada en 2013, la cual, según los pronósticos más halagüeños...

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Cancún cerraría el año con 4.4 millones de turistas, cifra por encima de la registrada en 2013, la cual, según los pronósticos más halagüeños, será menor cuando se le compare con 2015, pues el próximo año se hospedarían 5 millones en esta destino. Claro está, ello dependerá de factores internos y externos impredecibles, como la actual epidemia de ébola, que podría salirse de control y pegar parejo en los cinco continentes. Si bien México estaría preparado para encarar la enfermedad, se constatará en breve si resulta ser una brillante oportunidad, ya que los turisteros prevén que de no presentarse casos, el turismo europeo podría incrementar considerablemente, contrario a lo ocurrido durante la crisis provocada por la influenza tipo AH1N1, cuando la industria casi se desploma. 

Con esa perspectiva es momento en que autoridades y prestadores de servicios diversifiquen la oferta apostando a segmentos relacionados con los conceptos de lujo, la sustentabilidad y la cultura, poco explotados hasta el momento, sobre todo los dos últimos.

En este sentido, resultan esperanzadoras las ideas expresadas durante el Travel Mart y el Boat Show en torno a concursos y estrategias de promoción para atraer a turistas amantes de la naturaleza. Para ello las autoridades generan ya alianzas con aerolíneas, mayoristas y tour operadores, lo cual permitiría incrementar el presupuesto y lógicamente las ganancias.

Además se emprende una promoción muy particular en el cono sur, particularmente en Paraguay, Ecuador y Venezuela, con lo cual se espera mantener la tendencia de crecimiento, tal como ha ocurrido con los provenientes de Brasil y Chile, los dos sudamericanos con más emisores a Quintana Roo. La mayoría de ellos amantes de la tranquilidad, de la naturaleza, muy dados al vuelo en paracaídas, a la renta de motos acuáticas, al jungle tour, a los viajes en catamarán, al buceo y la pesca deportiva. 

Sobre este último rubro, cabe reconocer los avances de la administración estatal en el establecimiento del marco jurídico para realizar una pesca deportiva en equilibro con el  medio ambiente y las bellezas incomparables de Quintana Roo, en sus más de 800 kilómetros de litorales.

En cuanto al turismo de cultura -el otro ramo poco explotado-, los esfuerzos deben encaminarse a ofrecer un todo, consolidando el intercambio aún incipiente con destinos como Valladolid o Mérida, más lo que el sur de Quintana Roo puede por sí solo con su historia. Esto sin demeritar por supuesto lo que tienen Tulum, Isla Mujeres, Cozumel o toda la zona maya en la materia.

Este tipo de turismo, que precisa de recursos histórico-artísticos, debe potenciarse durante actividades grandes como el Festival de Cultura del Caribe y el Riviera Maya Film Festival, todavía poco reconocidos y aprovechados, pero que poseen un valor importantísimo.

Todo esto debe concretarse cuanto antes. Ya se constató que los turistas están arribando sin cesar en esta temporada baja gracias a los esfuerzos de diversas aerolíneas que aumentan la conectividad, a la diversificación paulatina del mercado y a la promoción en ferias internacionales.

El panorama pinta bien para el cierre de año y con admirable perspectiva para 2015. Esperemos que todos los pronósticos sean certeros y beneficien de la mejor manera a las miles de familias que dependen directa o indire

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