La edición 23
Está a horas de salir –el jueves 16- la edición 23 del Diccionario de la Real Academia, llamado así como rescoldo de un colonialismo.
Está a horas de salir –el jueves 16- la edición 23 del Diccionario de la Real Academia, llamado así como rescoldo de un colonialismo del cual, pasados ya 200 años de independencia, no hemos podido liberarnos los de este lado del charco.
El DRAE, siglas con que es conocido, contiene 93,111 entradas –la palabra que se define en cada artículo-, 195,439 acepciones (unos 19,000 americanismos) y consta de 2,376 páginas. La tirada es de 55,000 ejemplares y su precio, 99 euros.
Hablan español más de 420 millones de personas –es la segunda lengua más hablada luego del chino mandarín (1,330 millones) y el inglés (325 millones)-, de los cuales son españoles poco menos de 47 millones (una décima parte). México es el país más poblado del mundo hispánico (ronda los 120 millones, 25% del total).
Estas cifras, no obstante, desde España se pretende que sea la Real Academia la autoridad que defina qué sí y qué no entra al DRAE, aunque ha cedido un poco en sus colonialistas pretensiones. De suyo, el nombre del lexicón es muestra de autoritarismo anacrónico (México es coacusado de esa dictadura).
A pesar de todo, sin embargo, festejemos la llegada de la edición 23 del Diccionario del idioma que nos da identidad y recordemos que no hay que tener miedo a lo que venga de fuera, sino al estancamiento que pudre. La fortaleza del idioma no la da el Diccionario, sino la norma (Ortografía y Gramática).