Julián Ricalde Magaña decidió permanecer en el Ayuntamiento de Benito Juárez porque desde allí puede condicionar el desarrollo de la alianza total PRD-PAN, controlar a los candidatos elegidos, interferir ante algunas instancias con soltura por ser el mandamás del municipio más rico y, lo más importante para él, apoyar a su hermana Alicia, quien aspira gobernar Isla Mujeres otra vez. 

Fue una decisión difícil pues Julián proyectó ser diputado plurinominal e imponer como posible sucesor a Jorge Aguilar Osorio, con quien ya se distanció debido al cambio de planes; a la “traición”, como este acusa. 

Julián reveló primero ese proyecto a gente de confianza y después lo divulgó en otros ámbitos, mucho antes del plazo políticamente correcto para presumirlo. Pero las negociaciones no le favorecieron. Ese traspié, aunado a la renuncia de Marybel Villegas Canché al PAN –socio de su partido en Cancún–; la ruptura con el PT y Movimiento Ciudadano; la súbita aparición de Graciela Saldaña, y la contraofensiva de Greg, lo dejaron en jaque, obligándolo a retroceder y jugársela por Isla Mujeres, donde buscaría cobijo cuando termine su administración.

Julián está mal. Le preocupa más el municipio vecino que el suyo, donde los problemas sobran: inseguridad, policía corrupta, carencia de suficiente alumbrado público, pésima recolección de basura, falta de pavimentación, drenaje incompleto... Por si fuera poco, un equipo de trabajo desmantelado porque todos renuncian para salvarse.

Tan ocupado en eso, que entre él y su homólogo isleño Hugo Sánchez, implementan una estrategia común en la Zona Continental, en la frontera, donde ofrecen de todo a quienes aseguran el voto para “Licha”. 

La última es la de terrenos a cambio del sufragio. Hablamos de “Francisco May”, Punta Sam y El Ejido, la franja compartida del Distrito XIV por estos municipios, donde los problemas son crónicos debido a la condición fronteriza, ya que ambos gobiernos “se tiran la bolita” y permanecen impávidos en espera de que el otro resuelva. Al final, ninguno actúa.

Son demarcaciones que padecen desventajas estructurales en salud, educación, agua potable, transporte y otros servicios, que los dos últimos diputados (ambos panistas), nada o poco hicieron para abatir los rezagos con propuestas concretas. Ambos, Manuel Enrique Osorio Magaña y Demetrio Celaya Cotero –este último aún en funciones–, le fallaron a las casi 88 mil personas que habitan ese Distrito XIV. Aun así cobraron sueldo y prerrogativas, vale recordar.

Esa es la zona visitada durante los últimos días por Hugo Sánchez Montalvo. La gente denuncia que el presidente ha visitado la región para engañarlos de nuevo. Esta vez les promete que un “Instituto Municipal” se encargará de integrar los expedientes de quienes aseguren el voto para los panistas y en su momento se les premiará con valiosos predios. 

Asimismo, ejecutaron una maniobra paralela que creen les daría resultado: despojaron al PAN de la candidatura por el Distrito VIII para colocar a Karla Romero, la ex directora de Radio Ayuntamiento y colaboradora fiel de Julián.

Todo ello, puertas afuera.

Puertas adentro reacomoda a su equipo ya que muchos pidieron licencia para incorporarse a la campaña de Alicia. No hay ruptura ni desmantelamiento. El supuesto escándalo es parte de la estrategia.

Así las cosas, “Licha” y su hermano apuestan todo para seguir mandando en su isla natal.

DESORBITADO

La precandidata del PRD en Benito Juárez, Graciela Saldaña Fraire, exigió este jueves 11 de abril a los trabajadores de Ecología (donde fue secretaria), marcaran ingreso y salieran de inmediato para sumarse a su proselitismo. Uno de los afectados la acusó. 

No se vale. La ética y la ley no se lo permiten. Esto con la venia de Julián. ¿A cambio de qué?