La extradición, puerta de salida

La peor pesadilla para los narcotraficantes latinoamericanos era su extradición a Estados Unidos.

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Ya no se reconocen en ningún espejo.Florestán

La peor pesadilla para los narcotraficantes latinoamericanos era su extradición a Estados Unidos, donde sabían que solo muertos saldrían de la cárcel tras una reclusión sin privilegios.

Un caso emblemático es el de Pablo Escobar Gaviria, quien construyó su propia cárcel, un palacete lleno de lujos, servicios, comunicaciones y comodidades en Medellín.

El delincuente había llegado al acuerdo con el gobierno colombiano del presidente César Gaviria de entregarse a cambio de no ser extraditado, y se recluyó en su mansión carcelaria que bautizó como La Catedral.

Allí permaneció de junio de 1991 a julio de l992, cuando se enteró que el gobierno de Colombia lo iba a traicionar y entregar al de Estados Unidos, que fue cuando escapó para ser luego muerto en unos tejados de Medellín, en un operativo que dirigió el general Óscar Naranjo.

Con el paso de los años y la estrecha colaboración de los gobiernos de Colombia con los de Estados Unidos, la extradición de los narcotraficantes detenidos se hizo un método recurrente, hasta que, primero el presidente Álvaro Uribe y luego su sucesor, Juan Manuel Santos, comenzaron a negarlas.

Y es que los delincuentes más buscados de Colombia eran extraditados a Estados Unidos, donde los convertían en testigos protegidos y salían de la cárcel con cobertura jurídica y todos sus recursos financieros a salvo.

En la Cumbre del G20, en Los Cabos, en 2012, el presidente Santos me dijo que no estaba de acuerdo con las extradiciones que liberaban y protegían a los narcotraficantes y homicidas colombianos.

Esto lo apunto a raíz del proyecto de la justicia estadunidense de pedir la extradición de Joaquín Guzmán Loera, para ser procesado en al menos siete cortes federales por delitos cometidos allá y con el argumento de evitar su nueva fuga.

Pero no veo al presidente Enrique Peña Nieto entregándolo.

Sería un error, una afrenta a la justicia mexicana, siempre tan precaria pero, sobre todo, sería una puerta de salida, vía la figura del testigo protegido, del criminal más buscado del mundo.

Retales

1. LENGUA. Los senadores reclamaron a dos consejeras del IFAI, María Elena Pérez Jaén y Sigrid Arzt, su exceso de viajes al extranjero. ¡Los senadores hablando de viajes!;

2. ABSURDO. Pero la respuesta fue peor. Una de ellas dio como argumento para sus viajes por el mundo, que habla inglés y sus compañeros no. ¿Ok?; y

3. ADIÓS. Fernando Elizondo renunció al PAN, al que ingresó en 2001, por el tema, dijo, de la corrupción y los cargos públicos, cuando él en 12 años fue gobernador y candidato a gobernador de Nuevo León, secretario de Energía y senador de la República. Ahora no tiene nada…

Nos vemos mañana, pero en privado

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