Hay un panorama desolador, después de un ataque continuo y sistemático al legado de Benito Juárez, hoy solo quedan recuerdos de un proyecto que sentaba las bases de un México moderno, basado en el respeto, la justicia, la razón y el amor por México.

Hoy no existe nada más incongruente que ver a los traidores de la patria en un homenaje a Juárez, siendo indignos de tal comisión, por su actitud corrupta, entreguista, cínica y autoritaria, nada más lejano al espíritu juarista.

Juárez mostró la forma de un gobierno con una austeridad republicana, puesto que consideraba que la ostentación solo lastimaba al pobre y al más desprotegido, nada más ofensivo para el pueblo que ver un desfile de vanidades.

Hoy más que nunca nos hace falta el espíritu de Juárez para impulsarnos a replantear a todo nuestro sistema político.

La educación, es el eje fundamental de la transición democrática, que hizo la diferencia entre un indígena de Guelatao y un hombre universal como lo llegó a ser Juárez; la austeridad republicana, llegar al poder para servir y no servirse, la humildad y sencillez, son ejemplo que obliga a que las arcas públicas deben destinarse a los servicios y a los deberes del Estado y no más a seguir enriqueciendo los bolsillos de los funcionarios.

La visión de Estado es tener la capacidad de mirar al futuro. Los políticos de toda la vida, los que hoy intentan tener el poder, solamente  piensan en la próxima elección, los estadistas, los políticos de avanzada, deben pensar en la próxima generación y en el legado que van a heredar.

Juárez, era un estricto seguidor de la ley, para bien o para mal. Por ello, se da la guerra de Reforma, donde los conservadores intentaron contrarrestar las leyes aplicadas por Juárez. Benito Juárez fue muy preciso en sus señalamientos contra la Iglesia católica, porque jamás buscó la destrucción de la Iglesia católica, sino la reforma para separarla del Estado.

Benito Pablo Juárez García es una de las figuras más importantes dentro de la historia mexicana, además de ser el único presidente de México con raíces totalmente indígenas. Juárez, siendo de familia humilde, sin conocer ni una palabra del español y con muchas adversidades, alcanzó los más grandes logros políticos y personales, convirtiéndose en un ejemplo para los mexicanos.

Hay que reconocer, que Benito Juárez es una persona de grandes claroscuros. El haber roto relaciones con la Iglesia católica, producto de las Leyes de Reforma, en un claro esfuerzo y gracias a ello se establecen libertades.

Sus ideales lo llevaron a prisión en múltiples ocasiones y aunque su propuesta por México le costó el exilio durante la administración del presidente Santa Anna, su perseverancia lo guio a no rendirse y a regresar del exilio con la iniciativa que le dio un giro a la historia de la República Mexicana: la promulgación de las Leyes de Reforma.