“La fiebre” de los pescadores

Poco entienden los marinos sobre advertencias del Inapesca de peligros de extinción.

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Los pescadores del Estado atraviesan una situación precaria grave, así lo ha dado a conocer Milenio Novedades en amplia información a lo largo de estas semanas, e incluso ha incluido reportajes sobre el peligro de muerte que enfrentan los hombres de mar por “la fiebre del pepino de mar” (holoturia floridana e isostichopus badionotus), que aprovechan y dejan al descubierto la presencia de ciertas mafias en Yucatán.

A eso se suma la veda de las principales especies marinas que dan sustento a miles de familias de las costas yucatecas, entre esas la del mero (del 15 de febrero al 15 de marzo) y pulpo (hasta agosto), en una época considerada de alta demanda por la Cuaresma.

Además, es sabido que la mayoría de los pescadores trabaja para embarcaciones comerciales y con patrones, por lo que sólo obtienen un sueldo fijo por jornada.

Poco entienden los marinos sobre advertencias del Inapesca (Instituto Nacional para la Pesca) de peligros de extinción, que, en el caso de la explotación  excesiva de pepino de mar, han secado las costas de Indonesia y Filipinas, debido a la demanda del producto por parte de China principalmente.  

El lunes pasado cientos de hombres de mar, encabezados por vecinos de Dzilam Bravo (lugar donde queda el último reducto de pepino de mar en Yucatán), protestaron a las puertas del Palacio de Gobierno y del Congreso del Estado en demanda de que se levante la veda permanente (decretada por el gobierno federal) de la especie y que se incrementen los permisos.

Esa manifestación parece completamente comprensible, luego de que varios hombres de mar han declarado ganar hasta 7 mil pesos por una jornada de pesca, claro está, arriesgando la vida como buzos improvisados.

Ante esto, el Gobierno del Estado se muestra atento y suma esfuerzos adicionales (y harán falta todos los necesarios) para apoyar a los pescadores, a pesar de haber destinado 15 millones de pesos para el beneficio de más de 12 mil pescadores, de 25 comunidades, en el inicio de la veda del mero. Tan sólo en Progreso, el programa para los hombres de mar incluye a  2 mil 657 pescadores y consiste en el pago de 300 pesos en efectivo y una despensa semanal, por trabajo comunitario.

El Congreso del Estado empieza a ponerse serio en el tema y ayer Edgardo Medina Rodríguez, presidente de la Comisión de Desarrollo Agropecuario del Estado, pidió atender la situación precaria de los marinos, por considerar que esto puede detonar en un conflicto que incluso puede llevarlos a cometer actos delictivos.

A pesar de que sonará mal, esperemos que los legisladores quieran buscar soluciones para contrarrestar la condición precaria que están pasando los pescadores.

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