La gente de los vencedores

Ha sido tradición que cada presidente municipal triunfante incorpore a la nómina a decenas, quizá cientos de hombres y mujeres que hicieron méritos en campaña...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ha sido tradición que cada presidente municipal triunfante incorpore a la nómina a decenas, quizá cientos de hombres y mujeres que hicieron méritos en campaña, o que son recomendados por los integrantes del primer círculo del alcalde.

Tal costumbre tuvo efectos devastadores en el Ayuntamiento capitalino, cuyo alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio incorporó a cientos con el encomiable objetivo de abatir el desempleo, pero con efectos devastadores en las finanzas municipales.

La sobre carga laboral obligó al anterior Tesorero municipal, Joel Sauri Galué, a aplicar una medicina amarga, lanzando a la calle a decenas de empleados. Y los que tuvieron la fortuna de permanecer en sus puestos padecieron la pérdida de sus compensaciones, respetadas en cambio a los regidores y otros burócratas que moran en la cúspide.

En Ayuntamientos como Othón P. Blanco deberá persistir una dieta en cuanto a la incorporación de burócratas como arroz, lo que limitará el campo de acción del próximo alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien irá colocando a su equipo en las direcciones que han permanecido paralizadas sin excepción.

En Bacalar, el futuro alcalde José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez debe mantener una nómina burocrática esbelta, a menos que se incline por la ruta de la irresponsabilidad que mantiene de rodillas al Ayuntamiento capitalino.

Los 10 alcaldes triunfantes de extracción priista deben cerrar la válvula de las contrataciones, vigilando además el comportamiento de los alcaldes salientes que no desaprovecharán la oportunidad de otorgar plazas a su gente de confianza, complicando la situación de los municipios.

El horno no está para bollos en los nueve Ayuntamientos –con excepción de Bacalar–, y los alcaldes entrantes y salientes deben tener un enorme sentido de responsabilidad para no excederse con la incorporación de amigos, compadres, recomendados y elementos que les echaron la mano en sus campañas.

La situación crítica del municipio de Othón P. Blanco debe analizarse para no repetir los errores que lo llevaron al colapso, en parte por endeudamientos tan nebulosos como injustificados y por haber dado manga ancha a la contratación de personal para combatir el desempleo.

Eduardo Espinosa Abuxapqui contará o irá recabando datos sobre el Ayuntamiento que desalojará Carlos Mario Villanueva Tenorio. Y la nómina es uno de tantos rubros que debe analizar a fondo para rescatar al moribundo.
La revisión interna es obligada, con la condición de que el alcalde saliente no altere el escenario laboral de último segundo, manteniendo viva la tradición que ha dañado tan severamente a este Ayuntamiento capitalino que le dio otra oportunidad al PRI. 

Lo más leído

skeleton





skeleton