La gran empresa de Raúl Padilla en la FIL
Si hay un calificativo que se puede asociarse con confianza a la FIL es que se trata de un suceso de “clase mundial”.c
Acudí ayer por primera vez a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), ese aglutinamiento de voluntades en torno a la industria editorial que tan magistralmente ha puesto anualmente Raúl Padilla desde hace años. A él no lo conozco. Solo lo he visto en foto.
Si hay un calificativo que se puede asociarse con confianza a la FIL es que se trata de un suceso de “clase mundial”. Más de algún expositor me dijo que es de lo mejor del mundo, acaso solo después de la feria de Fráncfort, con esta última experimentando cierto declive mientras que la tapatía va en ascenso.
Lo que es un hecho es que el negocio de la FIL es grande, y qué bueno. Padilla mismo refiere en su editorial, a los “18 mil profesionales del libro” que acuden a esta edición. Cualquier alumno de las ciencias sociales adscritas al mundo de los negocios puede calcular ingresos y rentabilidad de este magno evento. La FIL bien rebasa los tamaños de varias empresas medianas mexicanas de marca afamada. Sería de hecho una extraordinaria candidata para cotizar, por ejemplo, en la Bolsa de Valores; y con una capitalización mayor podría trascenderse y tener ediciones en otros países, como parece ser la mira de su presidente.
Percibo que muchas personas solo miran un atributo de la FIL: el cultural; el de la literatura; el de los autores de novelas que tuvieron una fenomenal imaginación. Pero esa es solo una dimensión. No obstante, la multiplicidad de atributos que están asociados a este suceso en realidad exige un tratamiento más complejo. Es como quien quiere ver los Juegos Olímpicos solo desde la dimensión deportiva, cuando en realidad el peso completo se lo dan también los patrocinios, los derechos televisivos y la movilización turística masiva.
La FIL debería empezar a aparecer en los listados de las empresas mexicanas de envergadura. Deloitte podría considerarla para su listado de las Mejores Empresas Mexicanas, o Ernst & Young para su galardón del Emprendedor del Año. Asimismo, como evento, tiene méritos propios para ser parte de un circuito anual de sucesos que se convierten en destino en sí mismos: el Festival Cervantino, el Festival de Cine de Morelia, el Abierto Mexicano de Tenis…