La guerra es un asunto de importancia
Así fue señalado por Sun-Tzu, para el estado es la continuación de la política por otros medios.
La guerra es un asunto de importancia, como fue señalado por Sun-Tzu, para el estado, es la continuación de la política por otros medios. Hacer de lado el tema por causas emocionales y pacifistas no tiene sentido para seres que desean lograr conocimiento y entender el mundo. Tratar el tema de la guerra es especialmente importante en la actualidad.
La ambición y el ansia de poder lleva a las guerras: todas tienen como causa inmediata el deseo de alguien por obtener dominio sobre otro, sea este un individuo, una comunidad, una nación, y quien o quienes la promueven son individuos ambiciosos, dominantes.
No ha habido ni hay ni habrá una guerra con fines altruistas o humanistas: detrás de las motivaciones de las guerras siempre encontraremos motivos mezquinos.
Las causas de una guerra
La primera es la diferencia de religión no es causa de guerra, lo que es una continuación lógica de otra tesis, la de no permitir el volver esclavos a los bárbaros.
La segunda son las consideraciones sobre la guerra es afirmar que ella no es permitida con objeto de engrandecer el imperio. Si acaso ésta fuera una causa permitida, entonces ambas partes en un conflicto tendrían razón para iniciar una guerra justa y ambas serían inocentes.
La tercera se refiere a la gloria del monarca y se afirma que una guerra no puede ser justa si ella se hace por la conveniencia o la gloria del príncipe.
Ésa es la diferencia, entre un rey y un tirano, pues este último ordena a su gobierno de acuerdo a su propia conveniencia y beneficio, pero un rey hace lo mismo para el bienestar de los gobernados.
La cuarta la sola y única causa de una guerra legítima o justa sucede cuando se ha infligido un daño. Una guerra ofensiva se realiza para la reparación de daños y la admonición de los enemigos y de allí que se concluya que no puede existir una reparación en caso de tampoco existir un daño anterior.
En la quinta causa La guerra está justificada como justa cuando existe un daño previo, pero eso podría significar que todo daño de cualquier monto justificaría una guerra.
Las guerras modernas se han prevenido gracias a que los contrincantes se han "mostrado los dientes ": el armamentismo no es sino una forma de mostrar al contrincante que una guerra lo llevaría a un desastre.
Las crisis de la "guerra fría" se sortearon y no llegaron a la confrontación total de los bloques en disputa, porque ambos se temieron, se respetaron y si uno de ellos hubiera mostrado debilidad con seguridad hubiera sucedido la guerra.
Dependen también de los que intervienen. No siempre quien inicia una guerra lo hace de manera justa y además las causas obedecen a diversos motivos: hay guerras religiosas, guerras sociales, guerras económicas, guerras políticas, en fin un sin número de razones.