La izquierda, dividida para el 2018

En su momento, el PRD fue sumamente funcional al sistema político nacional.

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En su momento, el PRD fue sumamente funcional al sistema político nacional. Eso ocurrió cuando representaba, al conjunto de la izquierda nacional, desde los más reformistas hasta los más radicales. Todos tenían su lugar dentro del esquema organizativo de las tribus que conformaban ese partido y, por lo tanto, tenían cierto grado de representatividad en el sistema político nacional.

La izquierda unida era un interlocutor con autoridad para coadyuvar en la resolución de conflictos y para la manutención de un importante grado de diálogo y paz social, con respeto a las organizaciones sociales y a las instituciones gubernamentales. Pero cuando la izquierda mexicana se divide entre PRD y Morena, pierde su capacidad de interlocutor, Pierde ese carácter para el gobierno en turno, pero también, y quizás más importante, lo pierde para las organizaciones sociales y para sus liderazgos. Se pierde porque a los dirigentes sociales y sus bases no les interesan las pugnas por el poder entre esas dos entidades.

Una de las conclusiones de los resultados de las elecciones pasadas es que son menos las posibilidades de que en 2018 sea electo en México un presidente de la izquierda, ya que la izquierda dividida siempre será vencida. Y los resultados de los comicios de 2016 no acercan a los partidos para crear un frente común ni un candidato presidencial que represente las diferentes expresiones de la izquierda mexicana, la otra lección del proceso electoral del domingo es que las coaliciones y alianzas serán la única forma en que los partidos puedan destronar al PRI en 2018.. 

Los pocos éxitos del PRD se lo deben a su alianza con el PAN. Y cuando no pudieron crear un frente común la derecha y la izquierda, perdieron. Algo dramático tendrá que hacer el PRI este año para que el electorado no castigue al candidato priista en 2018. No sólo es un tema del famoso humor social que afecta cómo los mexicanos perciben al PRI, también tiene que ver con el legado del presidente Peña Nieto.
 
La única posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador sea electo presidente de México es que los partidos de las izquierdas puedan unificarse bajo su candidatura. 

Las mujeres son las perdedoras en estas elecciones, ya que ninguna mujer fue electa gobernadora. Sigue siendo insólito que a pesar de que se ha legislado la participación política de la mujer, sólo exista una gobernadora en el país: Claudia Pavlovich de Sonora. Esto favorece a Margarita Zavala recuerden que las elecciones del pasado 5 de junio cambiaron de manera radical el panorama electoral en el país. 

Finalmente la estrategia de acercamiento que tuvo López Obrador con la CNTE no duró ni funcionó porque no trae en su bagaje político suficiente representatividad plural y social. Con los movimientos sociales, la representatividad no se mide por quien tenga más votos, sino por dónde van los caminos para la resolución de sus demandas. AMLO no resuelve; solo promete.

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