La ley del boomerang

No existe frase más razonable que tendría que quedarse en nuestro corazón, que la que nos sugiere hacer a los demás...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

No existe frase más razonable que tendría que quedarse en nuestro corazón, que la que nos sugiere hacer a los demás lo que nosotros quisiéramos nos hicieran a nosotros, y no es necesario ser de ninguna religión para llevarlo a la práctica.

La vida sería completamente diferente si antes de actuar pensáramos en nosotros mismos como los beneficiarios o agraviados de nuestros hechos, si hiciéramos el bien sin mirar a quien, simplemente por el hecho de hacerlo, sin esperar recibir aplausos o reconocimientos, si no la pura satisfacción de saber que somos útiles para alguien que puede necesitarnos.

Lo que vamos dejando en el corazón que es lo que realmente importa, no hay quien no necesite de alguien más, no necesito poner ejemplos porque eso es más que obvio, pero es increíble que aunque los años pasan y nuestro mundo evoluciona, hay personas que siguen siendo retrogradas en su manera de pensar y actuar en cuanto a los demás, alguna vez leí que para ayudar a alguien no pensáramos en las personas que queríamos, o las que teníamos cerca, si realmente queremos ayudar a alguien, tenemos que hacerlo con quien no tenemos un vínculo, incluso a quien no sentimos querer, ¿qué difícil verdad?.

Es ahí donde medimos nuestra capacidad para ayudar de corazón, cuando nos cueste trabajo hacerlo, cuando duela, el darle algo a los demás de nosotros ya sea de tiempo, dedicación, en especie, no es dar lo que nos sobra, es dar lo que incluso nos duela dar, lo que nos deje huella y sepamos que lo importante no son las cosas materiales si no las personas.

El que ayuda a alguien más se ayuda a sí mismo, porque sin el afán de hacerlo por conveniencia, es una manera de sembrar lo que un día podremos cosechar.

Si crees que puede costarte mucho trabajo hacer algo por los demás como si se tratara de ti mismo, te invito a que de verdad hagas mucha consciencia y te visualices en la misma situación, que quisieras o que sentirías si alguien hiciera algo para ti, y si ya has sentido esa sensación de recibir algo de alguien que ni conocías o que jamás esperaste recibir de esa persona, revivas ese sentimiento cada vez que sea necesario y te toque hacer a ti algo por alguien más, hagamos a un lado el orgullo, la indiferencia, discriminación, y todo lo que pueda endurecer el corazón, ponerte en los zapatos de alguien más , no es sólo calzar sus zapatos es caminar por la vida por donde las personas con tantas necesidades tienen que caminar, e incluso ¡sin zapatos!

Pero no sólo hablo de la necesidad económica hay muchas personas con necesidad de afecto, de atención, de un oído que los escuche, un abrazo, hay un sinfín de necesidades en las que siempre podemos apoyar a alguien más, ojalá que en especial esta columna si me haces favor de leerla no la eches en saco roto y la pongas en práctica te aseguro que la vida que principalmente cambiará, será la tuya y es seguro ¡que para bien!

Lo más leído

skeleton





skeleton