La medalla que nunca fue… (1)

Resulta que la medalla al periodismo cultural 'Oswaldo Baqueiro López' poco tiene de cultural y sí mucho de política…

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Gran malestar, sorpresa e indignación ha causado el hecho de que el premio y la medalla al periodismo cultural “Oswaldo Baqueiro López” hayan sido declarados desiertos en la edición 2014.

Sin embargo, al hacer una exhaustiva revisión de su breve historia (se instauró en el 2009), resulta que dicha medalla poco tiene de cultural y sí mucho de política…

Basta con hacer una lectura breve de quiénes han sido sus recipiendarios en sus cinco ediciones anteriores.

Al margen de las suspicacias que genera el hecho de que se premie únicamente a periodistas cercanos a la cúpula gubernamental y de claras afiliaciones partidistas, si tomamos en cuenta algunas definiciones del periodismo cultural como “rama del oficio periodístico dirigida a cubrir todas las manifestaciones del amplio concepto que abarca el término de cultura (arte, teatro, cine, festividades...) que se dan en el día a día de una sociedad” (Wikipedia) o “Periodismo cultural es la forma de conocer y difundir los productos culturales de una sociedad a través de los medios masivos de comunicación” (I. Tubau: 1982), nos daremos cuenta que ni la Sedeculta, que es la institución convocante, ni sus jurados tienen claro del concepto de qué o a quiénes se busca premiar con esta presea.

Los ganadores anteriores fueron Faulo Sánchez Novelo (investigador e historiador), Socorro Chablé González (fotógrafa documentalista de temas sociales), Roberto López Méndez (reportero de la fuente cultural), Miguel Ángel Orilla Canché (investigador de temas mayas), Juan José Morales (periodista de temas científicos) y William Romeo Frías Bobadilla (cronista de Progreso), quienes, por su heterogénea labor, pertenecen más bien a la definición antropológica de cultura, que en pocas palabras abarca todo tipo de fenómenos humanos y sociales, es decir, que si nos apegamos a este concepto que incluye de chile, de dulce y de manteca, todo tiene cabida.

Sin embargo, creo que es evidente que esa no es la intención de este premio, ya que, si bien el periodismo cultural como tal está sujeto a diversas discusiones, la idea aquí era reconocer la labor de quienes nos dedicamos exclusivamente a la reflexión y difusión  de la cultura, en el entendido del terreno del arte o, como alguna vez me dijo José Luis Martínez S., director del suplemento cultural de Milenio: a la labor de comentar cualquier tema a partir de un enfoque intelectual y recurriendo al bagaje cultural para discutirlo en este terreno.

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