La minería, un ejemplo para la reforma energética
En el caso de las minas, las reformas otorgan permisos de explotación en diversos grados de inversión a grupos privados, nacionales o extranjeros.
Hace tres años, la minería mexicana vive un momento de gran promesa y potencial. Derivado de las reformas emprendidas hace unos años, se han flexibilizado y modernizado las políticas públicas que han facilitado los permisos y generado inversiones que ya suman más de 23 mil mdd.
Según Adam Melniac, analista de minería global de Desjardins Capital Markets, firma de inversiones que controla 200 mil mdd, en el último lustro los recursos puestos en México han generado mejor infraestructura minera y, a pesar de los conflictos sociales en algunos puntos de la geografía nacional, “México posee una de las legislaciones más competitivas” en el sector.
Desjardins sigue las operaciones en México de cuatro mineras canadienses con concesiones y permisos. Entre ellas Argonaut Gold, Primero Mining, Newstrike Capital y Torex.
Estas empresas van por el oro mexicano y hay una razón: este metal ha tenido un buen desempeño en enero, reportó Saxo Bank y de nuevo tiene rendimientos superiores a bonos acciones y el dólar.
Según Adam Melniac, de los 15 países líderes en la producción de oro, México ocupa la novena posición, con 3.3% del total global. Si bien esto equivale a quizás 1% del PIB (contra 15% que representa la renta petrolera), el sector minero bien podría reflejar lo que estaría por venir con la reforma energética. Y es que siendo el petróleo y la minería commodities, materias primas halladas generalmente en el subsuelo o en aguas, la propiedad esencial es de la nación y su explotación corresponde a concesiones del Estado en el caso del petróleo.
En el caso de las minas, las reformas otorgan permisos de explotación en diversos grados de inversión a grupos privados, nacionales o extranjeros. No ha sido un camino fácil para empresas como Grupo México, Peñoles o sus pares foráneos: demandas de campesinos y grupos sociales, accidentes y crisis mal atendidas y peor resueltas, presunta contaminación de suelos y aguas… pero el potencial sigue ahí y hay razones para el optimismo. Según un reporte de PricewaterhouseCoppers, la industria del oro en México emplea casi 16 mil personas y para fines de 2013 generó exportaciones por casi 8 mil mdd.
Ahora le toca al petróleo, que podría multiplicar las inversiones privadas y la producción, pero que también podría multiplicar los conflictos si no se siguen los procesos con legalidad y legitimidad.
Twitter: @ba_anderson