Escribo estas líneas sentado en el piso alfombrado del World Trade Center de la Ciudad de México, donde una vez más tendrá lugar La Mole Comic Con, la magna fiesta para los entusiastas de las historietas, que año tras año se dan cita desde la mañana -algunos madrugan y llegan incluso a las 6 a.m.- para poder ingresar primero a las 10, cuando se abren las puertas.

Pero más de uno se preguntará: ¿por qué tanto frenesí? Bueno, de entrada, hay que aclarar que La Mole es la concentración más grande de lectores y coleccionistas del llamado noveno arte; por lo tanto, el fetichismo está a la orden del día y, por ende, entrar primero es primordial si se quiere conseguir el autógrafo de su escritor o ilustrador favorito, ya que los organizadores reparten pulseras desde el inicio de la jornada, con el fin de mantener el orden y la concordia, pues nada hay más violento que el choque entre fanáticos, en especial cuando algunos rebasan los 100 kilos de entusiasmo.

Esta es la segunda celebrada en 2016 (se hacen dos anuales y la anterior fue en marzo); en esta edición el artista invitado de mayor relevancia es Chris Claremont, autor de algunas de las sagas más importantes de las viñetas norteamericanas, en especial en su larga carrera como revitalizador de los X-Men: “Días del futuro pasado”, “La saga de la Fénix oscura” y su obra más aclamada “Wolverine”, donde hizo mancuerna con Frank Miller, otra estrella del mundo del cómic.

Otras celebridades invitadas a la convención son Brett Breeding (La muerte de Superman), Brian Steelfreze (El último Arkham), Marv Wolfman (Crisis en las tierras infinitas), José Luis García López (Batman Veneno), Whilce Portaccio (Authority, Stormwatch), Daniel Way (Deadpool), Howard Mackie y el ilustrador español Luis Royo (Heavy Metal), así como talentos nacionales como Paco Medina y Edgar Delgado.

La Mole toma su nombre de The Thing, personaje de Los 4 Fantásticos, y este año cumple su 20o aniversario, por lo que del 23 al 25 tomará por asalto el centro de convenciones más grande del país, con un fin de semana lleno de expositores, stands, autógrafos y, por supuesto, guapas cosplayers nacionales e internacionales. Pero bueno, basta de charla, que ya las puertas comienzan a abrirse y uno no puede quedarse atrás. A correr...