La nueva Guerra Fría, una realidad irreversible
Fue Winston Churchill quien, al final de la Segunda Guerra Mundial advirtió al mundo en un discurso sobre el telón de acero que se levantaba en medio de Europa...
Fue Winston Churchill quien, al final de la Segunda Guerra Mundial advirtió al mundo en un discurso sobre el telón de acero que se levantaba en medio de Europa y de la naciente Guerra de influencias sobre terceros que llevarían a enfrentarse a Occidente y a la ya extinta Unión Soviética. Al desmembramiento de la URSS no le siguió una política concienzuda de Occidente para evitar que los mismos de antes continuaran en el poder y que, en medio de una rara nostalgia, trajeran de vuelta el fantasma de la amenaza del autoritarismo ruso sobre el mundo.
Nadie pudo prever que la paz que en ese entonces veíamos era precaria y no hacía sino incrementar los odios dentro de la propia Rusia a quienes veía como culpables de su nueva debacle. Se creó el caldo de cultivo para el oportunismo de los mismos delincuentes que mandaron a millones a Siberia, invadieron Polonia en 1939 y luego de la liberación del nazismo instauraron regímenes totalitarios en Europa del Este e invadieron sin piedad a quieres se atrevieron a reclamar libertad como Checoslovaquia y Hungría.
Son los mismos, ha quedado demostrado que las banderas del socialismo y de la defensa de los humildes de estas hienas siempre fue una herramienta para avasallar a todos y justificar sus desmanes contra sus propios pueblos.
Tal es el caso del régimen de Cuba, que, tras quedarse hambreado por el suministro ruso, ha optado por una política de feroz capitalismo de estado para logar mantenerse en el poder a toda costa.
La poca o nula educación cívica de los pueblos de esas naciones es un factor determinante, pues nunca han hecho un uso real y útil de la nueva libertad que les han legado quienes, con un gran esfuerzo, lograron cimbrar los regímenes totalitarios. Simple, sus propios pueblos los dejaron subirse de nuevo y esta vez disfrazados de empresarios.
Es muy grave y amenazante, incluso para nosotros, que naciones satélites de este naciente imperio del mal, como Venezuela, Barbados y Cuba, permitan el reabastecimiento de bombarderos nucleares rusos para sobrevolar nuestro Caribe. Me pone los pelos de punta saber que un avión con tecnología de los años 60’s esté a pocas millas de nuestras casas con decenas de bombas nucleares.
Es una muestra de la belicosidad y el machismo simiesco de Putin. La caja de Pandora que creíamos cerrada o al menos encintada ha sido abierta de nuevo y los mismos enfrentamientos que los jóvenes de hoy en día sólo leyeron en libros se estén despertando en otras áreas del orbe como Ucrania y los poderosos vuelven a mover fichas de ajedrez y a jugar con armas de verdad en nuestro traspatio.
Para variar, las hienas de Rusia claman con histeria a un nacionalismo absurdo mientras se mueven en Mercedes Benz enormes o sus encopetadas esposas fulguran de joyas italianas. Malos tiempos son estos donde los demonios desempolvan los tridentes.