Los hombres se han apoderado de la agenda partidista en Quintana Roo, donde el proceso electoral de junio de 2018 asoma sus garras en la puerta entreabierta. Dos priistas se apoderaron del escenario en las últimas horas y es muy probable que en los próximos días otros sigan su ejemplo.

Ayer el chetumaleño Eduardo Ovando Martínez abandonó al partido de sus amores, el PRI, decidido a retornar al cuadrilátero con vestimenta morena y sin que la alcaldía capitalina (Chetumal) figure en sus planes.

Este fin de semana el diputado federal José Luis Toledo Medina, Chanito, lanzó en Felipe Carrillo Puerto un discurso muy fuerte, de esos que provocan reacciones hasta en el camposanto. Si ignoran su mensaje en el pasivo PRI, Chanito tendrá la justificación perfecta para decir: “ya ven, no tienen remedio”.

Estos hombres están jugando al ajedrez porque comprenden que el proceso electoral ya está en marcha, y los priistas lo saben muy bien. Por ello vemos a los ex gobernadores Joaquín Hendricks Díaz y Félix González Canto muy activos pero tan discretos.

Hendricks y González Canto son los únicos ex mandatarios con vigor político, tomando en cuenta que Roberto Borge ya no puede siquiera enviar un mensaje sin que lo persiga la jauría.

Los dos ex gobernadores saben que la dirigencia estatal del PRI es la posición clave para la competencia que se avecina. Por eso Raymundo King soporta en el toro mecánico, pese a los embates que han aumentado en los últimos días como vientos de un huracán que acumula energía en alta mar.

En su madriguera, el Doctor José Luis Pech Várguez digiere en Morena los alcances de los movimientos de Chanito Toledo y Eduardo Ovando. Sabe que la incorporación de ambos puede poner a su partido en la ruta del “carro completo”, tomando en cuenta que PAN y PRD siguen en la juerga.

Las mujeres están ausentes, con excepción de la alcaldesa de Puerto Morelos, Laura Lynn Fernández Piña, quien ha impulsado una agenda de resultados con enorme aceptación social. En cambio, las alcaldesas Cristina Torres Gómez (Playa del Carmen) y Perla Tun Pech (Cozumel) se han hundido en un pantano de errores y medidas insensatas que las pueden desinflar si intentan reelegirse.