La "primavera azul"

Tan a gusto que estábamos sobrellevando la menopausia con dignidad.

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Escuche, Margarita. Le hablo como mujer. Hace tiempo que mi marido,  incapaz de lograr y mantener una erección satisfactoria por más arrumacos que le diera, se desinteresó en tener relaciones. Según él no aguantaba la vergüenza por no poder. Y yo como si nada. Querendona como siempre, porque mi marido es muy buena persona y me trata bien.  

Pero qué le cuento: una noche, como cosa de magia, el fulano renació en la senda erótica, bien empalmado. Con aquella sonrisa triunfadora. Sorprendido de sí mismo, y pensándose en ventaja, arremetió fogoso. Otra vez a su estilo. Con el agravante  del abultado abdomen, piernas flácidas y una deplorable condición física. Y ni así le sirvió, porque terminó acalambrado del pie derecho. Eso sí, firmes. 

Yo no soy tonta.  Al poco tiempo comprobé que tomaba la pastilla azul al encontrarme una caja en las medicinas, debajo de un bote de bicarbonato. Esa noche lo enfrenté. Inquirí el origen del medicamento. Ante su silencio, le reclamé el peligro por usar el producto ese sin receta, dañar su corazón y el riesgo de morir en el acto. Se lo dije así, muy claro. Sin dudar. Según él, me dio la razón y prometió preguntarle a un médico amigo suyo, no sin antes advertirme algo acerca de la “Primavera del Viagra”.

Lo que me molesta es que nunca se interesó en aprender de mi intimidad, y de buenas a primeras, por obra y gracia del Sildenafil, me hallo de nuevo víctima de la fastidiosa relación unipersonal masculina. Todo porque no les enseñan educación sexual en primaria. 

¿Qué esperan, caray? Tan a gusto que estábamos sobrellevando la menopausia con dignidad. Y si antes el costo de la pastilla era un freno, imagine ahora Margarita que caducó la patente para esa pastilla. Va a costar diez pesos. Y ellos van a querer más y más, así que mejor poner reglas claras para este “segundo tiempo”. 

 Ante ello, piense un momento. ¿Se imagina cuántas mujeres en el mundo enfrentan el mismo problemita? Por eso la invito a formar parte de la red social organizada que está mandando violentos mensajes a las empresas farmaceúticas fabricantes de levanta muertos, acusándolas de discriminación y misoginia al favorecer al varón, amenazando con presentar cargos ante la Corte Mundial por no educar al usuario. Y le digo algo; ya es viral.  Vaya biem.

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