La primera prueba

Ayer los quintanarroenses enfrentamos la primera amenaza cumplida de esta temporada de huracanes que siempre nos plantea

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Ayer los quintanarroenses enfrentamos la primera amenaza cumplida de esta temporada de huracanes que siempre nos plantea desafíos que no deben sorprendernos con la guardia baja, aunque en casos como este es inevitable la pérdida de bienes materiales, pero lo que en verdad importa es evitar la pérdida de vidas humanas.

Las intensas lluvias inundaron cientos de viviendas en comunidades ubicadas en zonas bajas del sur y limítrofes con Campeche. Las familias perdieron pertenencias y animales de patio y fueron reubicadas en una escuela habilitada como albergue.

El embate de las precipitaciones provocó este lunes un corte temporal en la carretera Chetumal – Escárcega, donde por unas horas las comunidades cercanas al poblado de Nicolás Bravo quedaron incomunicadas.

La ruta carretera ya está funcionando gracias al eficiente trabajo de las dependencias, y se espera que mantengan presencia permanente durante el tiempo que dure la baja presión.

El apoyo a estas familias damnificadas debe seguir fluyendo de manera certera y sin titubeos.

Con el azote de las lluvias en los últimos días originadas por una amplia zona de baja presión que atraviesa la Península de Yucatán, la eterna pesadilla de los automovilistas capitalinos se recrudece, pues una vez más las calles de la capital están prácticamente intransitables.

De hecho, el problema nunca fue solucionado desde que el año pasado se viviera una temporada de lluvias atípica, con una precipitación promedio mucho mayor de la común. Desde mediados de 2013 las avenidas y calles de Chetumal sufrieron daños por más de mil millones de pesos, según estimaciones del propio alcalde capitalino, Eduardo Espinosa Abuxapqui.

Las quejas de los ciudadanos también llueven; con 72 horas de mal tiempo en la capital el problema ha resurgido con mayor fuerza, y hay colonias donde las brigadas de bacheo y la anunciada inversión para reencarpetar las calles no han llegado ni de casualidad.

En esas condiciones se encuentran las colonias Fovissste IV, V y VI etapa, parte de Proterritorio, Residencial Chetumal, Fraccionamiento del Mar, Arboledas, Tumben Cuxtal y muchas más.

En algunos casos la molestia de los colonos es tal, que empiezan a organizar campañas para no pagar el impuesto predial el próximo año si el problema no es solucionado. La reacción no es excesiva si se considera que la demanda de los ciudadanos es añeja por lo que se sienten ignorados.

Y aunque en los primeros meses del año se realizaron trabajos de pavimentación y bacheo en unos 159 mil metros cuadrados de calles, de acuerdo a datos oficiales de la Secretaría de Finanzas y Planeación de Quintana Roo, se estimó desde entonces que los daños eran por unos 400 mil metros cuadrados, es decir, que no se logró reparar ni la mitad de las calles dañadas.

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