La renuncia del General
Tras permanecer por más de tres años al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, resistiendo en su posición cuando muchos daban por hecho su caída...
Tras permanecer por más de tres años al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, resistiendo en su posición cuando muchos daban por hecho su caída, este miércoles el General en retiro Carlos Bibiano Villa Castillo presentó su renuncia “por motivos personales” y fue aceptada por el gobernador Roberto Borge, quien nombró como encargado del despacho al chetumaleño Juan Pedro Mercader Rodríguez, hasta ayer Subsecretario de Gobierno.
La salida del polémico General, autoproclamado nieto del legendario caudillo revolucionario Francisco Villa, ocurre en un momento muy oportuno, ya que su imagen estaba muy desgastada ante la ciudadanía, arrastrando a la corporación encargada de garantizar la seguridad de la población y de prevenir el delito, tareas en las que dejó muchos pendientes y complicó otro tanto.
Villa Castillo tomó las riendas de la seguridad pública el siete de abril de 2011, causando gran expectativa porque, fiel a su estilo, aseguró que venía a limpiar la plaza del crimen organizado a punta de pistola.
Desde su llegada el General enfrentó conflictos, primero en la corporación donde el despido de algunos agentes provocó manifestaciones y protestas en su contra, y después los constantes reclamos de la ciudadanía por la creciente inseguridad en todo el estado empezó a afectar seriamente la reputación de la Policía Estatal.
A fines de agosto de 2011, durante la persecución de un comerciante de la zona libre de Belice, dos escoltas del General Villa dispararon por error contra el policía preventivo Jorge Emir Flota Matos, quien murió de inmediato en las cercanías de Chetumal.
El General Villa negó que sus escoltas hayan disparado, pero ante las contundentes evidencias de la Procuraduría de Justicia del Estado tuvo que rectificar. Policías preventivos se manifestaron para exigir su destitución, culpándolo de la muerte de su compañero.
También tuvo enfrentamientos con la ciudadanía en diversos operativos, como ocurrió durante el bloqueo carretero del magisterio en Nicolás Bravo, con el gremio de los taxistas en Tulum y recientemente con los ejidatarios en Holbox.
El hilo se rompió por lo más delgado y Bibiano Villa Castillo tuvo que presentar su renuncia para refrescar esa área tan complicada a estas alturas.
El paquete cayó provisionalmente en Juan Pedro Mercader, quien fue el intermediario para dar solución al conflicto magisterial del año pasado como presidente de la Comisión Interventora nombrada por el gobernador.
De entrada, el incremento de la actividad delictiva en todos los municipios es notorio ante la falta de presencia policiaca; los robos a casa habitación y los asaltos a transeúntes se han multiplicado, así como los delitos de alto impacto. Hay mucho por hacer y deshacer.