La Sedaru de adorno
El bloqueo de campesinos ha causado un severo daño a las empresas transportistas y demás conductores que tuvieron que soportarlo.
Cientos de ejidatarios del municipio de Bacalar cumplieron su amenaza y estrangularon nuestra capital, cerrando la única vía que conecta a Chetumal con el resto del estado y con Yucatán. Esta movilización ha causado un severo daño a las empresas transportistas y demás conductores que tuvieron que soportar el ilegal bloqueo de esta importante vía de comunicación.
El conflicto fue anticipado por los comisariados de estos ejidos, quienes azuzados por colmilludos líderes agrarios de la ultra priista CNC, se manifestaron en la sede de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural para exigir a su titular, Pedro Pérez Díaz, el pago de un seguro catastrófico para sus cultivos siniestrados, tal como se hizo con los campesinos de Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, quienes también a base de bloqueos carreteros lograron su objetivo.
Pero a diferencia de los campesinos de la zona maya, los ejidatarios bacalarenses no reportaron en tiempo y forma el siniestro de sus cultivos, por lo que desde la dependencia les hizo saber que no pueden recibir este pago. Nada de esto importó a los campesinos, quienes advirtieron que si no cedían a su demanda realizarían un bloqueo carretero en algún punto del tramo Bacalar -Buenavista.
Para Pedro Pérez Díaz, ex alcalde del municipio maya de José María Morelos, desactivar la bomba era un paso obligado que le daría oxígeno a su turbulenta gestión en la Sedaru; recordamos que fue nula su influencia en las negociaciones con los campesinos de la zona maya.
Pero el funcionario morelense fue desplazado por los líderes ejidales y el huracán estalló con furia, convirtiéndose en otro frente abierto para el gobierno de Carlos Joaquín, cuyos colaboradores estratégicos deben operar con mucha destreza para enfrentar este severo desafío que ha detonado mientras otros expedientes reclaman toda su atención en Playa del Carmen y Cancún.
El Secretario de Gobierno, Francisco López Mena, tiene una tarea complicadísima en su cancha, y está obligado a desactivar este conflicto emergido en un campo tan improductivo que debe ser rescatado y reactivado, por el bien de estas comunidades movilizadas por sus líderes.
Este bloqueo ha provocado enorme afectación en nuestra zona sur, y los campesinos llegaron al extremo de impidieron el paso a una ambulancia, aferrados a su reclamo que debe ser atendido con todo el tacto posible. Esperemos buenas noticias.