La señora escondida del siglo XIX

En el año de 1885 hubo en el área de Bolonchén una sequía muy prolongada.

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El día 1 de agosto de 1996, llegué a la entrada de la caverna Xtacumbilxunaan y pregunté por doña Concepción Noh, encargada y guía de la cueva en ese entonces con la autorización del municipio de Bolonchén. 

Ese día la señora no estaba en el lugar, pero el joven que me recibió, José Alfredo Yam Noh, hijo de doña Concepción, ofreció darme un recorrido por el interior de Xtacumbilxunaan. Durante el periplo platicó que tenía 26 de edad y que se dedicaba a la agricultura. 

Pasados unos minutos, contó el siguiente relato: en el año de 1885 hubo en el área de Bolonchén una sequía muy prolongada. Fue tal que los nueve pozos de la comunidad se secaron. Debido a eso, los antiguos pobladores hicieron una escalera con troncos y bejucos para poder acceder al agua de los niveles más profundos. La gente empezó a ir por el preciado líquido bajando por la escalera mencionada. 

José Alfredo precisó que un día, el 28 de abril del año citado, una joven pareja vino a buscar agua acompañada por su hija. 

La muchacha se puso a jugar dentro de la cueva y se perdió. Los padres la buscaron pero nunca se le volvió a ver. Por eso la gruta se llama Xtacumbilxunaan que en español significa “La señora escondida”.

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