La sucesión 2015-16

La sucesión que vendrá en junio del 2016 para reemplazar al actual titular del Poder Ejecutivo estatal...

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La sucesión que vendrá en junio del 2016 para reemplazar al actual titular del Poder Ejecutivo estatal, está estrechamente relacionada con la designación un año antes de candidatos al Congreso de la Unión, aunque la elección de la gubernatura podría ser considerada atípica en virtud de que por primera vez en Quintana Roo el abanico de posibilidades es mucho más grande y complejo que cualquier otro registrado en su incipiente historia como entidad federativa.

Tanto Félix Arturo González Canto como el actual mandatario estatal fueron impulsados a la gubernatura tras haber sido electos diputados federales por el primer distrito electoral federal, lo cual es considerado actualmente entre la élite política local como el trampolín para acceder a la máxima magistratura del Estado; no obstante pasan por alto el detalle de que ambos gobernantes resultaron nominados sin enfrentar al interior de su partido contrincantes de peso. Es más, González Canto pudo maniobrar sin complicaciones en el ámbito federal para perfilar a su propio candidato, aprovechando que en la Presidencia de la República, órgano decisor de candidaturas por excelencia, se encontraba un panista. 

Mayoritariamente los gobernadores de Quintana Roo han surgido de la Cámara Baja (Jesús Martínez Ross, Pedro Joaquín Coldwell, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo) mientras que sólo dos han brincado del Senado al palacio de gobierno de Chetumal (Miguel Borge Martín y Mario Villanueva Madrid). Solamente que la decisión presidencial en este caso, no será estadística, sino política en un contexto que podría por vez primera, romper el molde de las reglas no escritas. La sucesión de Villanueva, en 1999, fue un caso aparte.

Los politólogos locales dan por hecho que serán postulados al Congreso de la Unión, José Luis “Chanito” Toledo por el codiciado Distrito I, mientras que por el II y el III lo harán dos féminas: Berenice Polanco y Arlet Mólgora. El posicionamiento de dos mujeres obedecería a una estrategia planeada a modo ante una eventual decisión central de cuota de género. 

Pero, el abanico es más amplio de lo que se ve: Se dice que en la “mesa de regalos” de la boda del “Niño Verde” con María Couttolenc, recientemente en Los Cabos, fue incluida la gubernatura de Quintana Roo. Los padrinos de ese enlace lo fueron el propio Enrique Peña Nieto y su esposa. En ese contexto, la campaña del Partido Verde dirigida al cierre de los delfinarios tendría la finalidad de ir apuntalando a su dirigente en la entidad. El PVEM ha sido el principal aliado electoral y político del PRI durante los últimos años y de ahí que les haya sido concedida antes la gubernatura de Chiapas.

Pedro Joaquín Coldwell, fue considerado presidenciable en 1994, tras el crimen de Colosio. Hoy, con el sello de ser uno de los miembros del gabinete con mayor experiencia política, es considerado un hombre cercanísimo al Presidente, de ahí que las acusaciones de conflicto de intereses dirigido por Dolores Padierna, no fueron casuales, sino con el propósito de desencarrilarlo de una eventual designación. No hay, por cierto impedimento legal para repetir como gobernador siempre y cuando no sea para el periodo inmediato.

Carlos Joaquín, o no despunta en el ámbito federal o sencillamente como dicen los peninsulares, “lo están guardando”, para el día de la definición que a muchos, desde ahora, quita el sueño. Joaquín Hendricks, con un cargo de segundo o tercer nivel en la Secretaría de Gobernación y en medio del conflicto local, fue designado candidato a gobernador en 1999.

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