La Universidad de Querétaro está matando a los viejos
Redujo hasta en 60 por ciento el monto de las jubilaciones de al menos 200 académicos, empleados, trabajadores, a quienes desde 2007 se somete a vejaciones abogadiles para no pagarles.
Esta es, literalmente, una historia de horror. Un razonamiento de las autoridades de la Universidad Autónoma de Querétaro redujo hasta en 60 por ciento el monto de las jubilaciones de al menos 200 académicos, empleados, trabajadores, a quienes desde 2007 se somete a vejaciones abogadiles para no pagarles lo que tendría que pagárseles.
Siete años ya. Viejos a quienes se ofrece miserables negociaciones, ancianos que ganan litigios y tienen que seguir litigando, seres humanos a quienes se castiga administrativamente por pedir lo que jurídica y moralmente parece justo.
El propio representante legal de la Universidad, Samuel Mandujano, le explicó a finales del año pasado a Carlos Alcocer, hijo del célebre académico, Don Carlos Alcocer Cuarón, uno de los 200 afectados, “que, aunque sabemos que vamos a perder, la contraloría nos dijo que tenemos que llegar hasta la última instancia en defensa de los juicios, porque si yo no presento un amparo van a decir, ¿por qué no lo presentaste?”.
Don Carlos murió en febrero sin cobrar los casi 2 millones de pesos que según su hijo se le adeudaban. La Universidad le había ofrecido 300 mil pesos para terminar el pleito. Así las cosas.
La Universidad tiene asignado un fondo etiquetado de 900 millones de pesos para hacer frente a este asunto. Pero la estrategia del rector Gilberto Herrera Ruiz es, por lo visto, pelear contra los viejos, reducirlos, agotarlos, angustiarlos, matarlos. Una historia de horror.
La estrategia de ganar tiempo y no soltar el fondo de 900 millones. Si es que el fondo aún existe.