La víctima hunde a La Volpe
Nada de lo dicho por la casi segura víctima despide tufos de falsedad, así que, al menos en el subjetivo terreno de los medios, nada de lo dicho por el casi seguro victimario parece ser cierto.
Abundan señalamientos y acusaciones mediáticas graves, eventualmente penales, que nunca se formalizan como denuncias ministeriales ni terminan en procesos con sentencias condenatorias.
Cuando el propietario de las Chivas, Jorge Vergara, denunció en conferencia de prensa el despido del director técnico por haberse comportado de manera “inapropiada” con la podóloga del equipo, Ricardo La Volpe reviró con otra para negar la imputación y asegurar haber oído que la aludida no solamente se ocupaba de pies, sino que daba “masajes” a los jugadores, y que lo único que él quiso fue indagar si la sospecha era fundada.
Al margen de lo que resuelvan las autoridades, bastó escuchar ayer la envidiable y única entrevista que dará ella por Joaquín López-Dóriga para creer que la celebridad futbolística llegó ante la mujer casi encuerado y se pasó de lanza.
Nada de lo dicho por la casi segura víctima despide tufos de falsedad, así que, al menos en el subjetivo terreno de los medios, nada de lo dicho por el casi seguro victimario parece ser cierto.