Las “arrugas”
Lo real es que la constructora –como se llame- no cumplió correctamente su chamba y eso, en cuestión laboral y política, le repercute a “Reni” Barrera.
Dicen por allí que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, o algo por el estilo (más o menos parafraseando al “Chapulín Colorado”). Pues bien, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, tuvo que tragar más pinole que el acostumbrado con el show de las grietas recién aparecidas en el famoso tramo, alterno al Paseo de Montejo, pero más al norte, la zona que los panistas creen tener, siempre, dominada.
El asunto es que se invirtieron buenos millones de pesos, casi 200, en un tramo de seis kilómetros, a tres por carril de ida y vuelta, y después de la casi sacrosanta inauguración, en menos de una semana surgieron la espantosas grietas.
Por supuesto, sin magnificar a lo extremo, como la banda del partido tricolor ya hizo, pero tampoco es un asunto de poca monta.
Lo real es que la constructora –como se llame- no cumplió correctamente su chamba y eso, en cuestión laboral y política, le repercute a “Reni” Barrera.
De entrada, quién sabe qué material utilizó la constructora que, lejos de ser resistente, está más flojo que las nachas falsas de Miley Cyrus, para los amantes del fetichismo gringo, o de las “nylon” de Ninel Conde para los fanáticos del pastelazo mexicano.
En sí, es poco creíble que ahora la compañía a la que se encargó el trabajo difunda la versión de que las lluvias que azotan la capital yucateca le hayan “partido su mandarina en gajos” a las calles recién paridas y más, al suponer que se utilizaron materiales de muy elevada calidad, supuestamente resistentes a tsunamis (mínimo a los tsurimis de la tal Ninel) o turbonadas marca avenida Itzaes.
Por supuesto que no es que “Reni” tenga que estar al pendiente de las peculiaridades de la obra, ya que para ello está la Dirección de Obras Públicas, pero tampoco es menester engañar al alcalde meridano con que la referida construcción es la octava maravilla del mundo postmoderno.
Si las grietas no eran detectadas con tiempo, con seguridad ya habrían surgido más “arrugas” de las que la convicta y ex lideresa de los maestros, Elba Esther Gordillo, se quitó con cirugías pagadas con las cuotas de los ingenuos integrantes del sindicato que ella misma regenteó por más de 30 años.
PRIMERA CAIDA.- “Don Concha” tiene que estar más ojo al parche con ese tipo de situaciones porque, de otra forma, no hay más que una situación: le dieron gato por liebre (en mi pueblo se dice de otra forma) y, presumiblemente, jugaron con su buena voluntad.
SEGUNDA CAIDA.- El error tiene que ser corregido en caliente, antes de que vuelva a retornar el cometa Haley por el espacio aéreo mexicano, porque de lo contrario las grietas se convertirán en el nuevo dolor de cabeza político-electoral del “Reni” y del candidato panucho que surja en unos meses más.
TERCERA CAIDA.- No estaría nada mal que se informe quién rayos contrató a la empresa que realizó la obra vial. En caliente se nota que recibió mucho dinero y compró materiales chafas. Una mezcla de frijol colado con “sikilpak” habría sido más resistente y muy barata.