Las autodefensas van a misa

En el Polyforum, Mireles dijo que era injusto que se les desarmara antes que a los criminales; propuso la creación de la Guardia Nacional.

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En México nos empeñamos en hacer cosas muy raras. 

Ayer en el presídium del Encuentro Nacional de Autodefensas en el auditorio del Polyforum Cultural Siqueiros, la mayoría la tuvo la Iglesia católica: estaban un obispo, un sacerdote que trabaja con migrantes y el padre Goyo, de Tierra Caliente. Estaban por ahí también un senador del PAN y un ex consejero del IFE. ¿Por qué? Quién sabe.
Estaban, por supuesto, autodefensas. 

Los más notables: Hipólito Mora, fundador del movimiento hace más de un año, y el doctor Mireles, por quien de alguna manera —el accidente, la protección federal— se desató a principios del año la acción gubernamental que vemos hoy en Michoacán. 

Son dos líderes, hay que decirlo, un poco a la baja. Mireles fue destituido como vocero del movimiento en Michoacán —o eso dice el comisionado—, e Hipólito fue encarcelado con una dudosa acusación, salió hace poco,  y dijo “entender” por qué lo habían detenido, habló bien del Comisionado Castillo, se inscribió en la Fuerza Rural y luego fue a posar dándose la mano con quien era su mayor enemigo, un señor al que le dicen El Americano.

Pues bien. 

Los primeros en hablar ayer fueron los curas que insisten en que hay que ser autodefensas “pacíficas” —dijo Vera—; “sin armas”, dijo Solalinde. Nuestros curas son muy de avanzada, pero son más curas; lo de las armas no les va. 

Dudo que el consejo de los padrecitos hubiera servido de mucho a Hipólito o a Mireles en aquellos días en que los Templarios iban tras ellos a balazos. 

En la mañana escuché a Hipólito Mora con Ciro Gómez Leyva, quien le preguntó por el rosario en su cuello. “Sí, creo en Dios”, respondió Hipólito para inmediatamente insistir con Ciro en que ya pidieron las armas que registraron, que quieren sus armas y que ya les prometieron que les van a devolver sus armas. A los michoacanos nos gusta tener armas, dijo, para que no hubiera duda.

En el Polyforum, Mireles dijo que era injusto que se les desarmara antes que a los criminales; propuso la creación de la Guardia Nacional —no confundir con la Gendarmería—, que supongo tendría armas, y reiteró lo que ha dicho en las últimas semanas: que la lucha seguirá y que las armas ahí estarán guardadas por si el gobierno no hace su trabajo.

El encuentro terminó con llamados a seguir la lucha y, de ser necesario, en todo el país. No se aclaró si esa lucha será con o sin armas.

No entendí. 

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