Las empresas no son malas, los jefes sí
En México, 48% de los empleados no se siente comprometido con sus actuales patrones y 43% piensa ocasionalmente en desertar de su trabajo.
“Los empleados no dejan las empresas, dejan a sus gerentes”. Con esta frase arrancó una charla con Griselda Hernández, directora general de la firma de recursos humanos Kelly Services (y quien hasta hace poco fuera CEO de UPS México). Frase que muchos hemos escuchado, pero que nunca sabe si es una cuestión particular o si hay muchos que comparten ese sentimiento.
Kelly Services acaba de presentar un informe global basado en 120 mil entrevistas —que tiene su capítulo local— sobre las claves del compromiso y la retención de personal.
Algunos datos son poderosos: ¿sabía que en éste momento 55% de los empleados de una empresa está buscando otro trabajo? ¿Y que para 6 de cada 10 empleados, la relación con su jefe es lo que determina si se quedan o se van?
En México, 48% de los empleados no se siente comprometido con sus actuales patrones y 43% piensa ocasionalmente en desertar de su trabajo.
¿Qué convierte un gerente en un mal jefe? “La falta de comunicación con su gente, la poca claridad en las metas y objetivos que espera de sus empleados, así como de las métricas para evaluar su desempeño”, afirma Hernández, “si mi jefe no me dice adónde voy… mejor yo me voy”. De hecho solo 42% de los mexicanos le recomendaría su jefe a sus amigos.
Y aunque no lo crean, una buena comunicación/relación laboral con el jefe es más importante que una oferta monetaria para moverse de su chamba.
¿Qué les falta al promedio de los jefes mexicanos? “Que sean más empáticos y más humildes. Si bien ellos saben que cuesta trabajar llegar a donde están, eso no significa que no le hagan más ágil (no más fácil) la carrera a su equipo”, afirma Hernández.
Comentaba que hay dos razones por las cuales los jefes no dan empuje a su gente: primero porque no saben cómo transferir o enseñar sus conocimientos y segundo —y más perjudicial— por miedo a que los que hoy forma mañana le quiten su empleo.
Según este mismo informe, en México 46% de los trabajadores encuestados cambió de empresa en el último año y la mayoría indicó que sus supervisores directos fueron una influencia clave en la satisfacción en el trabajo y el compromiso.
Ahora sí abono más que nunca a esa frase con la que empezamos la charla, la gente no renuncia a las empresas. Los jefes hacen toda la diferencia en el trabajo (para bien o para mal).