Las energías alternativas

Las energías alternativas son, en muchas ocasiones, más económicas que las convencionales.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Seguramente en los últimos diez años usted ha escuchado, visto o leído que es necesario que echemos mano de energías alternas para hacer más eficiente nuestro modo de vida, ya que al ritmo que vamos en la destrucción de los recursos naturales estamos complicando la forma de vida a las siguientes generaciones. 

La energía que recibe la Tierra del Sol es enorme. En un año es unas 10,000 veces superior al consumo total de energía de la humanidad, si bien se registran grandes variaciones, desde menos de 1,500 Kcal por metro cuadrado al día en el norte de Europa a los más de 7,000 en los trópicos. 

También existen grandes variaciones diarias por los días claros o nublados, o estacionales, por ejemplo verano-invierno. Todas las fuentes de energía, salvo la geotérmica y la nuclear, proceden del sol, pero lo usual es identificar como energía solar la energía renovable obtenida con el empleo directo de la radiación del Sol. 

Entendemos como energía renovable aquella cuya fuente de obtención se renueva constantemente, frente a las energías que tienen unos períodos de renovación muy largos o que no se renuevan. 

La energía de las mareas es consecuencia de la acción combinada del sol y la luna, la hidroeléctrica del ciclo del agua, causado en última instancia por el sol, que es el que  provee la energía necesaria para evaporar agua del mar y elevarla a las montañas para que su fuerza pueda ser aprovechada al descender.

La fotosíntesis es la utilización más importante de la energía solar, y la única fuente de materia orgánica, alimentos y biomasa. 

Los combustibles fósiles no son más que energía solar almacenada a lo largo de millones de años. 

El aprovechamiento directo de la energía solar, al tratarse de una forma de energía difusa, variable y poco concentrada, entraña ciertas dificultades, que la tecnología se encarga de solucionar día a día ofreciendo continuamente mejoras.

Básicamente hay dos tipos de aprovechamiento de la energía solar: la fotovoltaica, que convierte las radiaciones solares en  electricidad, y la térmica, que aprovecha el calor del sol. Las radiaciones del Sol son gratuitas, y su uso energético es rentable a medio plazo, permitiendo amortizar su instalación en corto tiempo. 

Las energías alternativas son, en muchas ocasiones, más económicas que las convencionales.

A todas estas formas de energía se les denomina también energías renovables, que a decir de muchos son la respuesta a la devastación que estamos haciendo al planeta al destrozar los recursos naturales y no tener la garantía de recuperarlos. 

Ahí empieza la verdadera labor de la reconversión de nuestra forma de actuar ante estos recursos. 
Una fuente de energía alternativa es aquella que puede suplir las energías o fuentes energéticas actuales, ya sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad de renovación y de acuerdo con su fuente de generación se clasifican en: energía eólica, producida por el movimiento del viento; energía geotérmica, que corresponde al uso del agua que surge bajo presión desde el subsuelo; energía de biomasa, que utiliza la descomposición de residuos orgánicos; la energía solar, que utiliza la radiación del astro rey; energía hidráulica, consistente en la captación de la energía potencial de los saltos de agua, la cual se realiza en centrales hidroeléctricas,  y energía oceánica o mareomotriz, que se obtiene de la frecuencia de las mareas (de forma análoga a la hidroeléctrica) o bien a través de la energía de las olas y la biomasa de energía extraída de residuos vegetales. 

El material orgánico se quema para obtener la energía. El impacto ambiental del uso de este tipo de energías es infinitamente menor que el ocasionado por las energías convencionales (petróleo, gas, carbón, energía nuclear, etc.) 

De hecho el impacto sobre el medio ambiente que producen las energías convencionales en la producción de electricidad es 31 veces mayor que el de las energías renovables. 

El uso de las energías renovables tiene muchas ventajas frente al uso de las energías convencionales; algunas de estas ventajas son: fuentes de energía inagotables, no emiten gases contaminantes perjudiciales para la atmósfera, el uso de energías renovables reduce la dependencia de los combustibles fósiles, no genera residuos contaminantes peligrosos para la vida en nuestro planeta, como los generados por las centrales nucleares, y tal vez lo más importante sea que cualquier país puede disponer de fuentes de energías renovables. 

Podemos concluir que las energías alternativas no son más que todas las fuentes de energía que no incluyen dentro de su proceso de transformación la quema de combustibles fósiles.

Lo más leído

skeleton





skeleton