Las figuras mandarán en 2018

Se engañan los panistas y los perredistas si creen que en 2018 sus partidos marcarán el ritmo en la pista de baile...

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El proceso del cinco de junio de 2016 nos dejó una contundente lección: los candidatos son lo único importante, por encima de los partidos que los postulan. Porque Carlos Joaquín González como candidato a la gubernatura remolcó a una coalición PAN-PRD sin fuerza competitiva, juntos o por separado.

Se engañan los panistas y los perredistas si creen que en 2018 sus partidos marcarán el ritmo en la pista de baile, porque todo dependerá de la postulación de los futuros candidatos que ya están asomando la cabeza, desertando del PRI como el chetumaleño Eduardo Ovando y apareciendo con mayor frecuencia en los medios de comunicación.

La elección gigante de 2016 fue una revolución en las urnas que provocó la caída del PRI, partido que tuvo que conformarse con posiciones menores para las dimensiones de su ambición –como las alcaldías de Isla Mujeres, Tulum, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto– y que perdió los hilos de los poderes, descendiendo de sultán a mendigo.

El elector ya no sigue a los partidos, sino a sus figuras independientemente del origen. En el caso de Carlos Joaquín, los priistas en rebeldía abonaron su triunfo, incorporados a la oleada de ciudadanos sin partido que despreciaron a un PRI enfermo de avaricia y que se puso este letrero en los glúteos: “agárrame a patadas e invita a tus amigos”.

Y si los partidos están ausentes como fuerzas con identidad, los nombres de las figuras fluyen y se consolidan en las preferencias de los electores, velando armas para saltar a la cancha. Hay que tomar en cuenta que en 2018 el protagonista será el moreno Andrés Manuel López Obrador, quien es amplio favorito para triunfar por tercera vez en Quintana Roo.

El poderío del Peje remolcará a quienes sean candidatos de Morena a las 11 presidencias municipales, cuatro diputaciones federales y dos senadurías. Estamos ante un factor externo, porque Morena sin esa magnética figura pierde toda su fuerza, como un Sansón sin caballera. 

El chetumaleño Eduardo Ovando Martínez se perfila como el próximo fichaje bomba en Morena, acompañado por el diputado federal priista José Luis Toledo Medina, Chanito, quien todavía permanece en el Tricolor aunque muchos dan por hecho que su salida es cuestión de semanas, calculando los tiempos a conciencia, sin precipitarse. 

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