Las fotodermias

Los padecimientos cutáneos que se producen por la intervención primordial de la radiación solar se denominan fotodermias.

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La radiación que el sol emite se clasifica por la longitud de onda, las de menor longitud son las más dañinas y no atraviesan la atmósfera, lo cual hace posible la vida en nuestro planeta, las comprendidas entre 290 y 760 nm constituyen el espectro fotobiológico, de las que dependen fenómenos tan importantes como la percepción visual de los objetos y de los colores, la fotosíntesis, la melanogénesis pero también el daño y algunas enfermedades de la piel.

Los padecimientos cutáneos que se producen por la intervención primordial de la radiación solar se denominan Fotodermias; la acción de la RUV puede modificarse por la altitud donde se vive, la época del año, la limpieza de la atmósfera y por las características de la piel como su grosor y cantidad de melanina; uno de esos padecimientos es la fotosensibilidad que puede ser mediada por un fenómeno inmunológico y se llama fotoalergia, desencadenada por la ingestión de algunos medicamentos, o fototoxicidad, cuando el daño es directo.

Ambos producen lesiones inflamatorias con prurito o ardor en las áreas de piel expuesta al sol, una muy frecuente en estos días de vacaciones es la fitofotosensibilización que aparece de manera súbita en áreas de la piel que se han puesto en contacto con algún producto vegetal como los limones, tras lo cual al exponerse al sol se produce una quemadura con enrojecimiento y ampollas o solamente una zona de color café, que depende de la concentración del vegetal, del tiempo de exposición y de la sensibilidad de la piel; puede ser muy aparatosa y desesperante para el paciente y los familiares.

Otro grupo son las discromías o alteraciones del color de la piel, cuando se incrementa,  como en el melasma o “paño” que predomina en mujeres y que es un motivo muy frecuente de consulta, no representa una verdadera enfermedad sino solo un mecanismo de defensa que la piel utiliza para protegerse del sol, aunque muchos pacientes creen que es por alteraciones del hígado. Otras veces el color disminuye como en la dermatitis solar hipocromiante  localizada en brazos y cara que puede ser interpretada como anemia y que mejora con una buena protección del sol.

Un cuadro que se creía exclusivo del  altiplano, pero que es frecuente en el estado de Yucatán, es el prurigo solar, que se caracteriza por pápulas y placas muy pruriginosas  en las áreas expuestas al sol, que terminan incrementándose por el enérgico rascado y que también pueden producir pterigion –carnosidad– en los ojos desde muy temprana edad; afecta también los labios, sobre todo el inferior, y  la genética parece tener un papel preponderante en su desarrollo.

Otras enfermedades como la pelagra, el lupus eritematoso discoide,  y la urticaria pueden también ser desencadenadas por la exposición al sol y algunas preexistentes empeorarse como el acné, la dermatitis atópica y el vitíligo entre otras.

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