Las malas obras del gobierno

El libramiento de Carrillo Puerto elaborado por la SCT, nos costó una fortuna lanzada al bote de basura.

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El gobierno en todos sus niveles ha entregado con frecuencia obras y resultados terribles, y si quedan bien las echa a perder sobre la marcha. En nuestro entorno abundan los ejemplos: la mega escultura de la bahía, el Centro de Educación Climática en nuestro Chetumal, el mega invernadero de Felipe Carrillo Puerto, el Museo de la Cultura Maya (Chetumal) y el Festival de Cultura del Caribe…Ah, y la remodelación de la avenida De los Héroes, también en Chetumal.

Uno supone que los gobiernos municipales, estatales y el federal son más efectivos, pero cuando paso por Felipe Carrillo Puerto no me explico el monumental enredo en un libramiento elaborado con las patas por la SCT, y que nos costó una fortuna lanzada al bote de basura. Este libramiento es un garabato que desorienta a todos los conductores y es sin duda una de las obras más absurdas del planeta.

Los funcionarios angelicales manejan muchos millones de pesos, y siempre han amañado las licitaciones de obra pública para que gane el bendecido que hará la religiosa entrega del diezmo en efectivo, inflando presupuestos y entregando obras de polvorón.

En el caso de la mega escultura de la bahía de Chetumal –iniciada en el gobierno de Joaquín Hendricks Díaz–, según el proyecto original sería elaborada por el sector privado, pero sobre la marcha el gobierno del estado tuvo que meterle muchos millones, alterando el proyecto para entregarnos arroz a la mexicana en lugar de arroz con leche.

¿Qué diablos harán con la mega escultura? Eso es lo de menos a estas alturas, porque la obra fue concluida por el placer de concluirla, independientemente de sus beneficios difícilmente detectables. Porque esa cosa no puede competir con nuestras zonas arqueológicas.

El Festival de Cultura del Caribe fue una víctima del relevo en la cumbre, ya que de golpe y porrazo nos anunciaron en noviembre que se suspendía la edición 2016, dando tanta importancia al anuncio como quien confirma la cancelación de una tertulia de comadres.

A nuestro Festival de Cultura le han dado la categoría de carnaval o feria ranchera, pero incluso en este tipo de eventos se detecta mayor formalidad y destreza de los organizadores. Pero a este Festival lo dejaron morir.

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