Las palabras no matan pero nunca son inocentes

Charlie Hebdo es el suceso más impactante en lo que llevamos de 2015, 12 personas, entre civiles y policías, han resultado muertas en París por parte de un comando...

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Charlie Hebdo es el suceso más impactante en lo que llevamos de 2015, 12 personas, entre civiles y policías, han resultado muertas en París por parte de un comando de 3 franceses encapuchados que irrumpieron a tiros en las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo. En un mundo globalizado donde no sabemos si las revoluciones son retransmitidas pero desde luego sí lo son las invasiones, ataques terroristas y cualquier otro componente del coctel llamado “Doctrina del Shock”, hemos podido ver incluso la ejecución, prácticamente en tiempo real, de uno de los gendarmes que resguardaba las oficinas de dicho semanario.

La “opinión pública” francesa y occidental en general se moviliza y llena las calles, y sobre todo las redes sociales, de indignación. El ataque se ha producido contra 12 hombres blancos y europeos en una Francia que lideró los ataques de la OTAN que devastaron Libia o que durante el último ataque genocida contra Palestina prohibía marchas contra el terrorismo israelí, la muerte de miembros de su establishment (centros de poder político) ha indignado por igual tanto a su sociedad civil como a sus élites políticas y económicas.

A modo de paréntesis y como dato aleatorio, desde el año 2000 en México se han asesinado, desapareciendo y torturando en muchos casos objetos de persecución política, a 102 periodistas sin que se haya producido una reacción que se asemeje a la actual en Occidente en general y en su izquierda en particular.

La libertad de expresión no es un derecho absoluto. Entra en colisión cuando viola el derecho que tenemos a vivir libres de racismo y xenofobia. Y ese límite lo ha traspasado Charlie Hebdo más de una vez. No sé sabe si traspasaron algún límite de esa libertad de expresión, pero desde luego no se había visto al mundo rasgarse las vestiduras con los casos de Assange o Snowden como lo están haciendo con la masacre de Charlie Hebdo. Las palabras no matan pero nunca son inocentes. Es fascinante observar cómo se está identificando los “valores” de Charlie Hebdo con los valores de Occidente. En ese sentido no es solo un ataque contra la libertad de prensa y la libertad de opinión. Es además un ataque contra los valores fundamentales de las sociedades democráticas europeas.

México ocupa el lugar número 32 de 124 países dentro del Ranking Mundial de Terrorismo, el país obtuvo una calificación de 4.66 en una escala de cero a 10.

Y se ubica en el segundo sitio de terrorismo entre los países que integran la OCDE, ya que durante el año 2013 fue el escenario de cuatro atentados que dejaron un saldo de 40 muertos.

Hay una serie de factores que tienen en común los países con mayor índice de terrorismo. Entre estos destacan las hostilidades entre diferentes grupos étnicos, religiosos y lingüísticos; la presencia de violencia respaldada por el Estado, tales como ejecuciones extrajudiciales, asesinatos y acciones en contra de los derechos humanos, y los altos niveles de criminalidad.

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